Cosmética Cruelty Free: pongámonos serios

Ya lo llaman el laboratorio de los horrores. El último caso de maltrato animal destapado en el laboratorio Vivotecnia, en Tres Cantos (Madrid), ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio de rumbo.

Las imágenes, que fueron difundidas por la organización Cruelty Free International, han sido tan dolorosas que pocos habrán podido ver las secuencias completas.

No tardaron en movilizarse asociaciones animalistas de toda España pidiendo el cierre del laboratorio y que se les cedieran a los animales maltratados. Y aunque en un primer momento parecía que había esperanza, sólo se ha conseguido suspender la actividad. De los animales, a día de hoy no hay ni rastro (y que se sepa, hay unos 880 dentro).

Pues bien, todo esto no ha hecho más que volver a crispar el eterno debate sobre la necesidad de control y la limitación de estas prácticas carentes de moralidad. Mientras llega una solución con algo más de humanidad que lo poco mostrado en el último caso de Madrid, sólo podemos hacer una cosa: no colaborar con ello.

Y como si se tratase de una macabra broma, todo esto ha sucedido mientras que al mismo tiempo se ha celebrado el Día Mundial del Animal de Laboratorio (el pasado 24 de abril).

¿Sabías que sólo en nuestro país, se utilizan al año más de 800.000 animales para experimentación? ¿Conoces las prácticas que se emplean en esos experimentos para testar la seguridad de un producto? Pero lo mejor de todo: ¿sabías que existe un buen abanico de alternativas que evitan dejar ciegos hasta la muerte a los conejos o las cobayas que prueban tus cremas?

Siqui Sanchez

Las imágenes de Vivotecnia son importantes. Dolorosas, pero realmente importantes. Demuestran lo que las asociaciones de animales llevan años persiguiendo y denunciando. Y por mucho que pensemos que ya estamos en el futuro, no ha cambiado nada respecto a lo que sucedía hace décadas. Las condiciones de hacinamiento y el maltrato sin pudor sigue siendo una práctica común.

A pesar de que la legislación europea prohibe la experimentación en animales para la obtención de productos cosméticos desde 2013 (quedan fuera de esta prohibición, productos químicos o farmacéuticos), las autoridades chinas son otra historia.

No hay que pasar por alto la última gran noticia al respecto. A principios del pasado marzo, conocimos que a partir del 1 de mayo de 2021, China eliminará la obligatoriedad de experimentar en animales como requisito de prueba de seguridad para los cosméticos “generales” importados. Y con generales especifican que son todos aquellos productos que no llevan consigo apellidos como “antiedad”, “blanqueante”, “anti-acné”… Es decir, no se realizarán estas pruebas en animales cuando se trate de productos importados como champús generales, geles, lociones de baño o maquillaje. Y esto, es una gran parte del mercado (la MAYOR parte del mercado). Y un grandísimo paso hacia la belleza libre de crueldad animal de forma total.

Beeldbewerking

Por cierto, también han quedado aprobadas por China dos nuevos métodos alternativos a la experimentación animal. Otro pequeño paso hacia un futuro mas ético.

Cosmética Cruelty Free: pongámonos serios

Eso sí, quedan cabos por atar. Vender en China supone hasta el momento (a excepción del próximo 1 de mayo y todas las especificaciones de las nuevas leyes) testar sí o sí en animales para asegurar su seguridad, valga la redundancia. Cada año, en China se emplean más de 300.000 animales para comprobarlo. Entre ellos, conejos, cobayas, ratas…

Y vender en China supone, como multinacional, una deliciosa porción del pastel. Pocos son los que dicen que no todo vale. Aunque por suerte, cada vez son más.

Dani Serrano

¿Qué significa el sello Cruelty Free?

Es evidente, ¿no? Cabría esperar de un producto que lleva consigo el mensaje ‘Cruelty free’ que no ha necesitado de la crueldad animal hasta llegar a tus manos y que además, es un producto seguro y responsable.

Que sea Cruelty Free al 100%, además, no es sólo una cuestión de ética y amor por los animales, sino una conducta sostenible dirigida a la preservación de las especies sobre la Tierra.

Adam Gault

¿Son realmente todos los productos que llevan las palabras ‘Cruelty Free’, CRUELTY FREE de verdad?

Y aquí es donde entra la trampa. Puede que ese producto, si lleva el sello Cruelty Free, lo sea (porque si no estarían cometiendo una ilegalidad). Sin embargo, que ese producto sea libre de crueldad animal no quiere decir que la marca que lo comercializa, lo sea. Y si te interesa promover un mundo mejor a través de estos pequeños gestos, ten en cuenta que muchas de estas marcas acuden a terceros para llevar a cabo todas estas experimentaciones, lavándose las manos y exponiendo como razón que ellos no han participado en absoluto. ¿Por qué lo hacen? Fácil: si no, no pueden vender en China.

Si quieres usar cosmética 100% libre de crueldad animal, asegúrate de que la marca también lo sea. Sólo así estarás evitando todas esas trampas ocultas que no hacen sino empañar las decisiones de las personas que sí quieren ser coherentes.

Pero, ¿puede una marca ser cruelty free y fabricar en China?

Porque este es otro punto diferente. Y la respuesta es SÍ. Y es que, que una marca fabrique en China no siempre significa que su venta vaya a ser en China.

Tal y como expresan desde el blog Cruelty Free Press, en el que dan voz a todo este tipo de informaciones, “puede resultar confuso ver que una marca que afirma ser cruelty free y cuenta con certificado oficial, pone en su etiqueta ‘fabricado en China’”. Y ahí es donde reside la clave.

Según su legislación, cualquier marca que quiera vender dentro de sus fronteras (ya sea extranjera o nacional) -y a excepción de que sólo quieran vender en Hong Kong o a través de Internet-, sus productos deben someterse a estos controles de testado en animales.

Y por si fuera poca información, la cosmética producida en China cuenta además con sus propias leyes. Pero en resumen: puedes fabricar en China sin crueldad animal, si no comercializas allí tus productos. Y hay ejemplos.

Una conocida marca de maquillaje, marca con -aparentemente- la certificación oficial de PETA eximía así a sus productos de crueldad animal, producidos en China pero sin venderlos allí. Hasta aquí, todo normal.

Todos sus productos parecían exportados al resto del mundo. Y como en el resto del mundo la experimentación animal no es obligatoria e incluso está prohibida, problema resuelto. Pero, ¿estaba siendo así de verdad?

Pues lamentablemente no. Fueron desde el blog Cruelty Free Kitty, fundado por Suzana Rose con el objetivo de crear consumidores conscientes y responsables, donde destaparon la jugada: la marca estaba vendiendo de forma secreta en China Continental, donde las pruebas con animales siguen siendo obligatorias. Esto sucedió en 2019, cuando recibieron el chivatazo de que contaban con un minorista en la zona.

Desde el blog Ethical Elephant, uno de los sitios de referencia para conocer todo lo relacionado con lo último en opciones veganas y libres de crueldad animal en moda y belleza, tienen una infografía bastante aclaratoria al respecto.

D.R.

¿Qué es el programa Leaping Bunny?

Seguro que lo has visto en muchos productos. El famoso conejito que indica que ese producto no ha hecho sufrir a ningún animal para que tu puedas usarlo con seguridad. Pues bien, es el sello del programa Leaping Bunny, de la asociación Cruelty Free International. La misma que ha destapado el caso Vivotecnia.

Cuando lo veas, que sepas que tienes ante ti un producto con el sello del estándar de oro mundial respecto a la cosmética libre de crueldad animal. Es el único programa reconocido a nivel internacional que controla a las marcas que realizan, encargan a terceros o participan en pruebas con animales. Que requiere que las marcas que lo solicitan, implementen sistemas de seguimiento a sus proveedores para que ver que todo se cumple. Que verifica cada paso en la cadena de suministro para que no haya mala praxis, hasta el final. Que requiere que se cumplan sus políticas y límites si se quiere este sello de calidad y que permite que haya auditorías independientes durante todo el proceso para garantizar todo el cumplimiento.

Songsak Aromyim / EyeEm

Alternativas libres de crueldad animal

Por supuesto que hay opciones. Muchas grandes organizaciones han puesto ya sobre la mesa proyectos ambiciosos con alternativas respetuosas para que sus productos no tengan que ser probados en animales.

Por ejemplo: la fabricación de piel humana en laboratorio. Esta piel humana se ha conseguido gracias al cultivo sintético por las donaciones de piel de pacientes a la ciencia. Proceden, por ejemplo, de operaciones de abdominoplastias, reducciones de pecho e incluso operaciones de fimosis.

Tras probar en estas pieles humanas de laboratorio, las pruebas finales se hacen con voluntarios humanos que terminan de descartar efectos secundarios, alérgicos o irritantes. Esto lo están haciendo ya en el laboratorio de Episkin, de L’Oréal, situado en Lyon y puesto en marcha en 2011.

PeopleImages

Y a pesar de que la marca aún no cuenta con las garantías de que todos sus productos son cruelty free porque está inmersa en el mercado chino, sus avances para lograr métodos alternativos también son dignos de mención. -1, +1.

De hecho, tal y como describe el periodista Manuel Ansede en el País, la multinacional fabrica cada año entre 100.000 y 130.000 unidades de piel humana que se venden después a otras empresas del mundo de la cosmética para pruebas libres de crueldad animal.

En Estados Unidos también se está haciendo algo parecido. De hecho, son los competidores directos del laboratorio de Episkin. Se llaman MatTek y llevan funcionando desde 1985, cuando lo pusieron en marcha dos ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

En 2014 el grupo L’Oréal abrió otra de estas fábricas de piel humana en Shanghai. Eso sí, especializada sólo en piel asiática, su principal mercado. Paso a paso.

Ojo con el reclamo

Cuidado, porque no todas las marcas que afirman ser cruelty free, son absolutamente moralistas y honestas. Y es que, como bien dijo Perry Romanowski en su podcast, no todas las marcas que no testan en animales dejan de ser “asesinas de animales”. Y es que la realidad es que en lugares como Estados Unidos, la abolición de estas pruebas se hizo, entre otras cosas, no por la crueldad de forma primordial, sino porque realmente era más caro que hacerlo en otros métodos.

bombuscreative

Marcas que no testan

¿Quieres una buena lista para empezar a consumir cosmética libre de crueldad animal? ¿Quieres empezar a no contribuir con esta lacra? En Crueltyfree.peta.org puedes consultar todas las listas de marcas que testan y no testan en animales hasta hoy, incluyendo las compañías veganas, productos por región o país, por tipo de cosmético, compañías que están trabajando por el cambio… y en definitiva, poner nombres y apellidos para elegir con toda la información, cómo confeccionar tu próximo neceser de forma más ética y responsable.

El mundo está esperando también tu paso al frente. Todo cuenta.

Belleza Cruelty FreeEn defensa de la belleza 'cruelty free'