Los 12 productos químicos más peligrosos en los cosméticos

La cosmética es uno de los sectores que mayor auge ha vivido durante las últimas décadas. Los cosméticos más antiguos se crearon hace miles de años, aunque ligados a ritos religiosos y reservados a chamanes o sacerdotisas. Las primeras decoraciones del cuerpo utilizadas por la población civil fueron probablemente los tatuajes, de los que se han encontrado indicios de su uso ya en el año 6.000 antes de Cristo. Las primeras evidencias de cosméticos similares a los que conocemos ahora se han hallado en el pueblo egipcio hacia el año 4.000 antes de Cristo. La mayoría tenía procedencia animal o vegetal, aunque también se utilizaban algunos productos minerales, en ocasiones altamente tóxicos, como el mercurio.

Entre los siglos XVI al XVIII se produjo un gran desarrollo de los cosméticos y se introdujeron numerosos productos nuevos, aún fabricados principalmente a base de plantas. Pero fue a partir de principios del siglo XX cuando los cosméticos se popularizarían, hasta convertirse hoy en un producto casi imprescindible en la mayoría de los hogares.

Hoy en día, los cosméticos han vuelto a incorporar los químicos dentro de sus fórmulas y se utilizan miles de estos compuestos a los que se le atribuyen multitud de propiedades. Sin embargo, varios cientificos y organizaciones han levantado la voz de alerta sobre el impacto de estos compuestos. Así, según la activista y especialista en químicos Annie Leonard, menos del 20 por ciento de los químicos utilizados en los productos de belleza en Estados Unidos han sido analizados.Por su parte, el científico y activista David Suzuki ha catalogado 12 de ellos por considerarlos los más peligrosos. Son los siguientes:

1. Lauril Sulfato de Sodio. Se utiliza en jabones y champús por sus propiedades para producir espuma. Suzuki lo desaconseja porque puede contener 1,4-dioxano, un compuesto que se sospecha que es cancerígeno.

Los 12 productos químicos más peligrosos en los cosméticos

2. Triclosán. Muy usado en cosméticos por sus propiedades antibacterianas y funguicidas. Es habitual en jabones, pastas de dientes y desodorantes. Se sospecha que interfiere con las funciones hormonales y Europa lo ha declarado “muy tóxico” para los organismos acuáticos.

3. Formaldehídos. Es la base de lo que se conoce generalmente como formol. Su uso ha sido relacionado por varios estudios con la aparición de cánceres. Se utilizan como conservantes para los cosméticos. Varios estudios lo han conectaco además con irritaciones, asma y problemas reproductivos.

4. Parabenos. Se utilizan por su efectividad como conservante y por sus propiedades bactericidas y fungicidas. Hay mucha controversia sobre su uso desde que un estudio encontrara parabenos en un alto porcentaje de mujeres con cáncer de mama. La mayor parte de asociaciones científicas consideran que los parabenos son seguros, aunque su efecto a largo plazo está poco estudiado.

5. Compuestos de Polietilenglicol (PEG). Son frecuentes en cosméticos en crema por la textura que le aportan. Al igual que el Lauril Sulfato de Sodio, puede contener 1,4-dioxano. Generalmente se pueden identificar por los sufijos “etil” o “glicol”.

6. Butilhidroxianisol (BHA) y Butilhidroxitolueno (BHT). Son antioxidantes sintéticos. Según la Unión Europea, puede provocar reacciones alérgicas, son posibles cangerígenos y se sospecha que puedan actuar como perturbadores endocrinos o tener efectos inmunológicos y causar hiperactividad.

7. P-fenilendiamina. Se utiliza fundamentalmente en tintes permanentes y también en algunos tipos de maquillaje. Se sospecha que puede causar cáncer. Se puede encontrar con varios nombres en las etiquetas. Uno de los más comunes es C.I. 76060.

8. Dietanolamina. Son químicos utilizados para hacer los productos más cremosos o espumosos. La DEA, como se abrevia a menudo en las etiquetas, es un compuesto irritante para la piel y los ojos. Puede además reaccionar con los nitritos y convertirse en cancerígeno.

9. Ftalato de Dibutilo. Usado principalmente en productos para uñas y en perfumes. La Unión Europea considera que es un potencial disruptor hormonal. Además, experimentos de laboratorio han demostrado que, aunque no es un cancerígeno por sí mismo, puede aumentar la capacidad de otros químicos de causar mutaciones genéticas.

10. Siloxanos. Se añaden a los cosméticos para hacerlos más cremosos y agradable al tacto. Hay varios tipos, principalmente ciclotetrasiloxano, ciclopentasiloxano, ciclohexasiloxano y ciclomethicono. Sus efectos pueden variar, desde afectar a las funciones hormonales en el ser humano a causar infertilidad.

11. Perfumes: Se usan unos 3.000 químicos diferentes como fragancias. Uno de sus principales problemas es que no se especifica el tipo de químico utilizado y muchos de ellos pueden provocar alergias, migrañas o asma.

12. Petrolatum: es un derivado del petróleo. Puede contener hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP o PAH en inglés). Hay diferentes tipo de HAP y algunos de ellos han sido declarados cancerígenos. La exposición a este tipo de compuestos durante el embarazo está además relacionada a un menor desarrollo intelectual y a la aparición de asma en el niño.

Este artículo forma parte de nuestro último Informe de Combate que analiza la industria de los cosméticos. Los Informes de Combate son fichas sobre productos que realizamos mensualmente en exclusiva para nuestros mecenas donde analizamos el impacto social y medioambiental de la cadena de producción de diferentes sectores. Si quieres recibir estos Informes de Combate, te animamos a que te informes de cómo suscribirte y a que nos ayudes a seguir investigando de dónde procede lo que consumimos.

*El informe sobre cosméticos es uno de los veinte productos tratados en el libro Carro de Combate. Consumir es un acto político (Clave Intelectual, 2014).

[Artículo publicado en Carro de Combate]