Por Ana Morales
Es muy probable que en nuestras primeras incursiones en el mundo de las cremas, de los cosméticos y de la belleza en general la figura de nuestra madre estuviera más que presente. Bien por observación, bien por recomendación expresa, nuestras madres en materia beauty (y en tantas otras cosas) siempre son un referente a tener en cuenta. Si a la autoridad materna en estas lides sumamos la tranquilidad que da usar productos de belleza míticos de toda la vida que resisten el paso del tiempo mejorando incluso su pódium entre los mejores, puede que estemos ante la mejor selección de cosméticos de 2021. Al fin y al cabo, si los utilizaban nuestras madres y años después siguen siendo auténticos best-sellers, la garantía de éxito parece asegurada. He aquí una selección de esas cremas y otros cosméticos que vimos en el baño de nuestras madres y que muy probablemente nos solucionarán más de un dilema beauty a nosotras.
El icónico Double Serum de Clarins no es solo el sérum que muchas de nuestras madres recomendarían casi a ciegas -se vende una unidad cada 5 segundos en el mundo-. Es también el mejor sérum antiedad -apto para todo tipo de pieles-, según la opinión sincera de internet. Basta con googlear su nombre para toparse con más de 17.000 opiniones en Google entre las que es francamente difícil encontrar algún ‘pero’. La mayoría alaba las bondades de ese suero, famoso por mejorar la apariencia de la piel y cerrar el poro. Su gran bondad es que estimula 5 funciones básicas de la piel (hidratación, nutrición, oxigenación, regeneración y protección) y que está formulado con activos naturales y una textura a medio camino entre el aceite y el gel que gusta a todo el mundo. Lleva más de 35 años en el mercado y es el producto más vendido de Clarins. Y sí, lo usaban nuestras madres. Por algo será.
COMPRAR: Double Serum, de Clarins (50 ml/118 €)
Sabemos de buena tinta que este es el anticelulítico con aceite de abedul al que dan su bendición esas madres de 55-65 años que hace más de 20 años usaban sin parar otro gran clásico: Thiomucase. Lleva en el mercado desde 2004 y desde entonces ha conseguido que su fórmula, que ha permanecido intacta desde entonces, sea la gran favorita de muchas de nuestras madres. De hecho, es el anticelulítico más vendido en el canal farmacia de nuestro país y dicen que el aceite favorito de la Reina Letizia. Huele muy bien, es fácil de usar -no deja efecto graso- y tiene bondades reductoras, anticelulíticas e hidratantes. Googlea su nombre y lo verás.
COMPRAR: Anticelulítico con aceite de abedul, de Weleda (22,90 €).
Seguro que la primera vez que oíste el concepto ‘ampolla flash’ fue en boca de tu madre justo antes de una boda. Aunque actualmente hay muchas versiones de esta tipología de producto -las de proteoglicanos ganan por goleada-, las primeras en versión flash fueron las míticas Germinal Acción Inmediata. Un icono de los 80 que venía de Francia -donde se conocían como rayon du soleil (rayo de sol)- y que se convirtieron en un básico en el neceser de nuestra madres antes de una gran cita. El efecto buena cara era inmediato y para ellas la mejor prebase de maquillaje.
COMPRAR: Germinal Acción Inmediata (5 ampollas, 12,31 €).
¿Quién no ha crecido viendo a su madre usar la crema de la ‘lata azul’? En la era de las cremas multiusos, la crema de Nivea fue la primera crema ‘para todo’ que nuestras madres usaban, no solo para hidratar la piel del cuerpo y los pies, sino también para realzar el bronceado, para desmaquillar el rostro… Son muchas las madres y las abuelas que solucionan cualquier dilema beauty con esta crema. Creada en 1911, ha pasado de generación en generación como un cosmético icono de esos que hay que tener siempre a mano. De hecho, hay personas que la usan incluso en el cabello a modo de mascarilla (mezclada con aceite de coco). Entre las más de 20.000 reseñas que atesora en la red y la multitud de tutoriales de Youtube que hablan de ella se encuentran usos muy inesperados.
COMPRAR: Lata Nivea Creme (2,75 €).
Los polvos Terracota de Guerlain son los primeros polvos bronceadores del mercado. Nacieron en los años 80 con la vocación de imitar el reflejo del sol en la piel y desde su lanzamiento no han dejado de atesorar seguidoras con un nivel de fidelidad altísimo. Si tu madre los usaba, es muy probable que no los cambie (por mucho que cada primavera haya nuevos lanzamientos). Además, pueden durar años. Que se lo pregunten a Gigi Hadid, que nos contó en su Beauty Secrets que ella utiliza los mismos desde que iba a instituto. Es más, eran de su madre y todavía le duran.
COMPRAR: Polvos Terracota, de Guerlain (49 €).
Pocos productos de belleza hay más asociados al imaginario de nuestras madres que la laca para el pelo. Algunas mujeres le tienen un miedo atroz y responden con un ‘no’ rotundo y pavoroso cada vez que les preguntan si quieren laca para fijar el peinado. Pero la realidad es que nuestras madres y abuelas no se equivocaban cuando usaban la mítica laca Elnett. Este clásico de los años 50 es una de las lacas más ligeras que existen. Por eso es una de las preferidas de los estilistas que la usan, no solo para fijar el peinado, sino también para eliminar el encrespamiento, dar brillo al pelo, eliminar la electricidad estática… No nos extraña que, además de nuestras madres, en su séquito de seguidoras también se encuentren Kate Middleton y Blake Lively.
COMPRAR: Laca clásica Elnett, de L'Oréal Paris (6,99 €).
Nuestras madres son expertas en combinar cremas de toda la vida (y muy asequibles) con tratamientos premium a los que muestran fidelidad absoluta. Por eso muchas llevan años usando la misma crema hidratante: Re-Nutriv de Estée Lauder. La creo la mismísima Estée en 1956 y consiguió convertirla en mito casi desde el primer momento de su nacimiento. Y es que en una época en la que las cremas de cuidado facial costaban unos 10 dólares, esta costaba 115 y, aún así, se agotó en pocas horas. Quienes cuestionaron su elevado precio, se toparon con una respuesta esclarecedora. "¿Por qué la gente se gasta tanto en un Picasso? La tela bajo de su pintura cuesta 2.75 dólares, cada frasco de pintura que usó costaría como 1.75 dólares... Estás pagando por la creatividad. Esta es la mejor crema del mundo”. Al fin y al cabo, de sus 26 ingredientes, 20 no se habían usado nunca en cosmética. Y sus resultados tampoco eran como los que tenían otras cremas.
COMPRAR: Re-Nutriv de Estée Lauder (200 €).
Nuestras madres compraban muchos productos de belleza en las míticas droguerías de barrio, estas tiendas tradicionales en las que convivían en perfecta armonía productos de limpieza con grandes clásicos del pelo y del maquillaje. Y precisamente allí compraban uno de los coloretes más míticos y con más solera del mercado: Fard Joues de Bourjois, un minipolvera que llevaban siempre en el bolso y que, a juzgar por las casi 3000 reviews que tiene en Amazon, es otro de esos productos que pasan de generación en generación. A los 150 años de historia que tiene nos remitimos.
COMPRAR: colorete Fard Joues de Bourjois (8,50 €).
Hay unos cuantos perfumes clásicos que usaban nuestras madres, pero en verano una inmensa mayoría solía decantarse por este gran clásico de Lancôme. Al fin y al cabo, tal y como dicen muchas de las reseñas que hay de él en la red, es fresco, cítrico -tiene notas de limón, madreselva y sándalo-, es revitalizante, apto para cualquier edad e, incluso, para compartir com toda la familia. Nuestras madres lo sabían y muchas, incluso, aprovechaban sus viajes en avión para comprarlo en las míticas tienda Duty Free del aeropuerto. Porque la cosa va de recuerdos y de clásicos que nunca mueren.
COMPRAR: Ô de Lancôme (75 ml/49,70 €).
Era un clásico entre nuestras madres: comprar las cremas para el rostro en el centro de estética. Y entre todas sus favoritas, había una de Maria Galland que solía ganar la partida. Era parisina (en Francia tenía unas cuantas décadas de historia) y era el tratamiento de noche regenerador con vitamina A y B6 que pisaba fuerte en el país vecino y que llegaba a España con un pan debajo del brazo. Es una de las cremas favoritas de las facialistas y eso siempre es un valor añadido.
COMPRAR: 5 Crémé Régénératrice de María Galland (61 €).
Por Mayte Salido
1937