El 25 de agosto se celebrael Día Mundial del Cuidado de la Piel, un acto que cada vez está más presente en nuestras vidas gracias a la popularización de las rutinas de skin care y la concienciación de los daños que puede producir el sol tanto en la salud como en nuestra estética.
La piel es el órgano más grande y el que más expuesto está a sufrir daños, por ello es muy importante cuidar de ella.No obstante, existen una serie de creencias erróneas sobre el cuidado del cutis que pueden resultar perjudiciales para nuestra salud.
Por ello, la responsable de I+D+i de The Essentials Cosmetics y experta en dermatología, Anna Alocén, desmiente algunos de los mitos más conocidos sobre la piel y su cuidado y explica cuál es la verdad detrás de estas afirmaciones.
“La mejor crema antiarrugas es la más cara”.Falso. Lo que realmente hace que una crema sea de calidad es la eficacia de sus activos, no su precio. “Cada marca decide el valor de sus productos en base a una serie de parámetros como los ingredientes, el envase y la publicidad”, explica Alocén, quien añade que “lo que de verdad importa son los activos empleados en los productos y su correcta incorporación a la fórmula para que, cuando el consumidor se la aplique, se obtengan los resultados deseados”.
“Cuanta más crema te pongas, más hidratado estarás”. Falso. Por muy seco que tengas el cutis, si te pones una cantidad muy elevada de crema o cosmético lo único que se conseguirá es saturar la piel y generar un efecto rebote en el que se verá la piel más sucia y con los poros obstruidos. “Es una forma de malgastar producto, ya que no hará su función y se diluirá en cuánto te laves la cara”, asegura la experta de The Essentials Cosmetics. Por ello, tal y como recomienda Anna Alocén, lo más adecuado es “aplicar los productos dos veces al día: uno por la mañana y otro por la noche”.
“Todos los activos cosméticos penetran en la piel”. Falso. Es importante prestar mucha atención a los activos que componen el producto para asegurarnos de que el cosmético elegido contiene los componentes ideales para satisfacer una determinada necesidad. “Los activos nos ayudan a abordar una necesidad específica de nuestra piel, por eso es clave asegurarnos de que estamos usando el activo adecuado”, explica la experta.
Y no solo eso, Alocén destaca que las marcas cosméticas deben asegurar la eficacia de estos activos. “Por mucho que un producto lleve el activo adecuado, si no incluye la cantidad correcta para ejercer su función, no tendrá efecto”. Si las moléculas no se introducen o conservan adecuadamente dentro del producto, pueden no penetrar en la piel.
“Debes escoger tus cosméticos en función de tu sexo”. Falso. Lo que se debe tener en cuenta a la hora de seleccionar un cosmético es el tipo de piel y las necesidades de cada persona. Y es que, a pesar de que la piel del hombre suele ser un poco más grasa que la de la mujer, los cosméticos son unisex porque todos van a tratar los mismos problemas, sobre todo aquellos que están destinados a la piel grasa. “Muchos de los cosméticos que se venden por sexos separados son cuestiones de marketing”, desvela Alocén.
“La piel se acostumbra a los productos tras utilizarlos mucho tiempo y dejan de hacer efecto” Falso. No es cuestión de que la piel se acostumbre, sino que, tras un tiempo utilizando el mismo producto, ya no se aprecian cambios tan radicales respecto a cuando se comenzó a usarlo. Y esto no tiene por qué ser malo, simplemente significa que la piel está mejor y ya no presenta problemas tan pronunciados.
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— amy hunt Thu Dec 19 06:56:09 +0000 2019
De hecho, Anna Alocén señala que muchos consumidores dejan de utilizar los productos al creer que el problema ha terminado, cuando en realidad no se manifestaba porque lo “mantenían a raya” con el cosmético adecuado. “En el momento en que dejas de usar un producto es cuando vuelven a aparecer los problemas, así que, si un cosmético te funciona, continúa usándolo”, aconseja.
“La piel se obstruye más si se usa maquillaje de forma diaria” Depende. Esta afirmación puede ser cierta si no se realiza uno de los pasos más importantes en toda rutina de belleza: la limpieza. “No limpiarte la cara cada día es una de las causas más comunes de la obturación de los poros de la piel, ya que tiene una capa de maquillaje que hace de tapón y eso, a la larga, puede ser problemático”, explica la experta de The Essentials Cosmetics.
Aunque no se haya usado ningún producto ese día, es importante limpiar la piel para evitar que otros factores externos, como la polución o la suciedad, obturen los poros del rostro. “Para una limpieza más profunda, también es recomendable utilizar exfoliantes, así te deshaces de todas las pieles muertas acumuladas”, destaca Alocén.
El verano es una época bastante complicada para la piel de nuestro rostro. Los rayos del sol inciden por más tiempo y con más fuerza, nuestra rutina de cuidado facial se resiente con las vacaciones y dejamos a un lado el tiempo que le dedicábamos a nuestro rostro.
Por eso, los expertos en cuidado facial de Kneipp han elaborado una guía con cinco consejos para cuidarla y poder tenerla sedosa y reluciente paraacabar de disfrutar el verano como merecemos.
Cuidarse bien del sol. Ya lo sabemos, pero nunca está de más recordarlo. Aunque nos guste el moreno que nos deja, el sol es un enemigo directo de la piel. Y no hablamos solo de enfermedades, sino también de que nuestra piel puede verse seca, deteriorada o con manchas si nos exponemos mucho y mal.Por eso, debemos evitar estar bajo el sol directo en horas centrales de 12 a 16 h, usar protector solar con FPS elevado, cubrirnos con pamelas, gafas o pañuelos.
También nos dan un consejo importante, y es no ponernos perfume antes de exponernos al sol, ya que podría fomentar la aparición de manchas o reacciones alérgicas al entrar en contacto con los rayos o con el protector que luego nos apliquemos. Por lo que si queremos usar algún tipo de perfume o colonia, mejor ponerlo sobre la ropa.
Hidratarse bien. El agua es la mejor aliada que podemos tener para una buena piel y sobre todo en verano, ya que perdemos mucho líquido debido al calor. Si no nos gusta el agua o preferimos otro tipo de bebidas, podemos hacernos batidos naturales, tés helados o sopas frías. Todo ayuda a la hora de estar hidratados. Las células de nuestra piel nos lo agradecerán con un cutis más radiante.
Llevar una buena alimentación. Si comemos bien, no hay dudas de que nuestra piel lo reflejará. En épocas de calor, debemos tomar alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos o carotenos, como la zanahoria, la espinaca o el berro. También podemos sumar pescados para incorporar Omega3, o tomate, que aportan licopeno. Una alimentación variada y equilibrada ayuda a prevenir el envejecimiento precoz, la dermatitis atópica o el acné.
Controlar los excesos. No vamos a renunciar tampoco a beber esa copa que tanto nos gusta, un día es un día y más en verano. Pero tenemos que tener en cuenta que las sustancias nocivas del alcohol o el tabaco ayudan a degradar el colágeno de la dermis, favoreciendo la aparición de arrugas. Por eso, debemos intentar reducir su consumo o espaciarlo.
Limpieza e hidratación. Tenemos que aprovechar estos días en los que solemos tener algo más de tiempo, para darnos un extra de cuidado a tu piel, eso que a lo mejor durante el año no solemos hacer. Desde Kneipp recomiendan exfoliarla con productos específicos para quitar las células y piel muerta que podamos tener.
Después de hacerlo, podemos darnos un baño con el gel de ducha Cheerful Mind, que contiene aceites esenciales de maracuyá y pomelo, que estimulan los sentidos y dibujarán una sonrisa en nuestra cara. No podemos olvidarnos de la piel del rostro.
Por eso, cuando acabemos, podemos aplicar la mascarilla facial Hydro Kick que, con extracto de menta acuática, agave y cactus refresca nuestra piel y le proporciona la hidratación que necesita para recuperarla después de los efectos del verano. Y para un extra chute de frescura, colocamos la mascarilla 30 minutos antes de usarla en la nevera.
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