Nunca sabrás si tu Warhol de 250 dólares es el auténtico: un original y 999 copias

Comprar un dibujo de Warhol por 250 dólares y tener un 0,1% de posibilidades de que sea auténtico. Aunque la autoría de la obra se desdobla: la ilustración ya no es solo de Warhol sino del colectivo artístico de Brooklyn MSCHF (pronunciado mischief en inglés, es decir, travesura, toda una declaración de intenciones del grupo). La última performance (o diablura) de MSCHF ha sido comprar un original de Warhol, Fairies, por 20.000 dólares, crear un robot para hacer 999 copias perfectas (con un papel envejecido para simular el de 1954) y mezclar al azar el auténtico con las falsificaciones. El Warhol primigenio quedó perdido entre las copias. Y todas se han vendido en menos de un día por 250 dólares, lo que supone 250.000 dólares por todo el lote.

Bajo el título Possibly Real Copy Of 'Fairies' by Andy Warhol (Posiblemente una copia real de 'Hadas' de Andy Warhol) la obra va acompañada de dos certificados de autenticidad: el de la compra del Warhol en la galería Hamilton-Selway de Los Ángeles (que cinco años antes se había vendido por 8.000 dólares) y el del propio colectivo MSCHF que da cuenta de esta performance de duplicidad. Una duplicidad que se entiende como destrucción pero también como creación contemporánea: "El acto de creación es el acto de reciclar la cultura en formas recombinantes. Fairies (1954), de Andy Warhol es una obra de arte de MSCHF", reivindica el colectivo fundado en 2016 por Gabriel Whaley y que hoy está integrado por más de una decena de artistas anónimos.

Fairies es uno de los primeros trabajos del joven Warhol, años antes de que fundara su mítica Factory. Tenía 26 cuando lo dibujó y hacía solo dos años de su primera exposición individual en una galería neoyorquina, la Hugo Gallery, que no tuvo demasiado éxito. Entonces Warhol dibujaba a tinta, con un trazo suelto y casi de cómic. Más de tres décadas después de su muerte, Warhol vuelve a ser rey y objeto pop de la producción seriada en esta nueva crítica/sátira del mercado del arte. Una sátira marca de MSCHF

"Al forjar 'Hadas' en masa, borramos el rastro de procedencia de la obra de arte. Aunque físicamente intactos, destruimos cualquier confianza futura en la veracidad de la obra. Al enterrar una aguja en una pila de agujas, convertimos el original en una falsificación tanto como cualquiera de nuestras réplicas", explican desde MSCHF, que han hecho de la irreverencia y la subversión viral su gesto artístico. Un gesto que exhiben orgullosos en su plataforma virtual bautizada como Museo de las Falsificaciones.

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La última controversia de MSCHF fue en primaevra por unas zapatillas Nike. Compraron un lote de 666 pares de Air Max 97 que tunearon junto al rapero Lil Nas para convertirlas en las Satanic Shoes: un modelo diabólico con un pentagrama, que incluía en la cámara de aire una gota de sangre humana (de los propios artistas) y un versículo de la Biblia (Lucas 10:18: "yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo"). En escasos minutos se agotaron las zapatillas, a un precio de 1.018 dólares, y que Lil Nas lucía en su recién estrenado videoclip Montero (Call me by your name). La campaña de marketing o hecho performático se saldó con una demanda de Nike por apropiación de marca y un posterior acuerdo del que no se han filtrado detalles, más que la devolución del importe a aquellos clientes que las adquirieran pensando que eran un modelo oficial de Nike.

Si las vanguardias históricas buscaban epatar al burgués, en MSCHF persiguen epatar a la masa y cuestionar el consumismo: lanzaron una fragancia da aspecto radioactivo que mezcla el desodorante Axe con Chanel Nº5, crearon un collar para perros (Cuss Collard, a 60 dólares) que soltaba un insulto cuando el can ladraba, destrozaron cuatro bolsos Birkin de Hermès (que rondan los 40.000 de segunda mano) para crear sandalias de pescador de lujo como las Birkenstock (y que vendían a partir de 34.000 dólares, aunque algunas alcanzaron los 76.000), recortaron una obra de Damien Hirst en 88 pedazos y los vendieron a 480 dólares la unidad (el cuadro L-Isoleucine T-Butyl Ester de 2018, un mosaico de topos de colores, les había costado algo más de 30.000 dólares)... Y así... Proyectos "cínicos y virales", acciones que definen como drops (gotas). La de Warhol es el drop #59. Y aún no han llenado el vaso de su particular sabotaje artístico.