Ayer compartíamos en directo el desfile de la colección póstuma de Virgil Abloh para Louis Vuitton FW22. Sin duda un broche de oro perfecto con el que la maison francesa despedía a uno de los creativos que mejor han conseguido interpretar lo que hoy conocemos como high street fashion. Ahora toca analizar esta colección formada por nada más y nada menos que 68 looks.
La denominada octología de Virgil Abloh finalizó por tanto con “En el gran esquema de las cosas”. Una colección con la que el director creativo apeló a la imaginación como esa maravillosa facultad humana con la que formamos nuevas ideas que aún no están presentes a los sentidos. Para entender esta y las anteriores entregas del diseñador, no nos queda más remedio que recurrir al término de definición y redefinición.
En la ” Dreamhouse” concebida por Virgil y su equipo antes de morir, el creativo fue mucho más allá de una simple presentación de nuevas prendas y accesorios para la próxima temporada. Todo comenzaba con un fashion film en el que se relata la historia de un joven que crece en un mundo en el que su imaginación toma forma en la vida real.
Después, en una gran sala delos modelos comenzaban a recorrer una pasarela en la que el suelo parecía ser agua que cubría una casa casi por completo, dejando solo visible el tejado, y salían de una puerta colocada en una surrealista estructura arquitectónica de muros inconexos y escaleras que no llevan a ninguna parte.
La performance continuaba por parte de los modelos, que realizaban una coreografía al mismo tiempo que invadían la sala. La banda sonora estaba a cargo de una gran orquesta de violinistas que tocaban alrededor de una gran mesa de banquete.
Los looks de la nueva colección de Louis Vuitton FW22 hacen un recorrido tomando referencias de todas las colecciones de Virgil Abloh con el germen de su recurrente Boyhood Ideology, que no es más que la perspectiva intacta de un niño que aún no se ve afectado por las ideas preconcebidas de la sociedad.
Está presente de forma simbólica el castillo hinchable y el kit para construir tu propia cometa de la Colección 3, la pasarela arcoíris de la Colección 1 donde todo comienza como la versión de Virgil Abloh del Camino de Ladrillos Amarillos central en la historia de El Mago de Oz. Esto se representa en la colección incluyendo personajes en algunas prendas de la nueva colección.
Vuelve a imaginar el estudio del pintor de Gustave Courbet de 1855 en forma fotográfica como en su colección 1. Virgil Abloh se imagina a sí mismo encajando un look de la colección rodeado de miembros de su equipo, círculo social y modelos, cada uno vestido con los looks de Louis Vuitton FW22. También vuelve a incluir motivos pictóricos, tapices y grabados en algunos looks, eso sí manteniendo la estética street que tanto caracteriza al original de Rockford (Illinois).
Sigue con la creación de un colorido equipo de marionetas en recuerdo de la colección 5, que se basa en los recuerdos de sus amigos cuando llegaron a París para su primer desfile. Los títeres están inspirados en las esculturas de madera de África occidental con las que creció como hijo de inmigrantes ghaneses. La bandera de Ghana, la tela Kente y las siluetas de África occidental de su herencia también están presentes
En representación de la colección 4 está el reloj que retrocede en el tiempo y un árbol equipado con una escalera que llega al cielo. Las nubes, en este caso son bolsos azul cielo adornadas con presas para escalar. El desfile se cerró con una reinterpretación de las caricaturas de Grim Reaper, en las que las cometas que se convierten en imponentes alas de ángel a tamaño humano.
1937