Pocos conductores, caros cursos de formación, superar dos ofertas públicas de empleo, cobrar poco en el primer ingreso... Es el día a día en el transporte ferroviario. De hecho, la falta de maquinistas es una de las demandas en las que se basa la huelga que está teniendo lugar en Renfe durante esta última semana. Y el problema principal se encuentra en la formación. Para optar a ser maquinista de Renfe, el primer paso es que la propia compañía admita al alumno en su Escuela Técnica Profesional de Conducción y Operaciones (hay entre 250 y 300 plazas anuales para 1.800 solicitudes), y el segundo, que el aspirante a conductor de tren reúna los 21.200 euros que cuesta el curso de formación preparatorio para la obtención de la licencia de maquinista.
También se puede obtener la licencia a través de escuelas privadas por un precio similar. La diferencia entre estas y la propia escuela de Renfe radica en las prácticas. Mientras que en la compañía ferroviaria, de forma general, se realizan en trenes reales, en la mayoría de escuelas privadas se suelen llevar a cabo a través de simuladores.
Ser un chico o chica maquinista de la Renfe no es fácil. Una vez que se cuenta con la titulación, la segunda fase es concurrir a una Oferta Pública de Empleo (OPE). Y ahí es donde, tal y como nos cuenta el portavoz del Sindicato Ferroviario (SF), Rafael Escudero, se produce la ‘trampa’ por parte de Renfe. A diferencia de otros procesos de selección pública en los que se suele aspirar a la plaza fija en la empresa, aquí, en la mayoría de ocasiones, a lo que se opta realmente es a convertirse en becario por medio de un contrato de formación.
Escudero relata a La Información que “los que no obtienen plaza en la Oferta Pública de Empleo, pero están aprobados (hasta un número que se determina en cada OPE) pasan a una bolsa de empleo de reserva. Renfe va otorgando becas de formación (que duran de uno a seis meses y en las que se cobran 800 euros al mes) a quienes se encuentran en esa bolsa".
Una vez que culmina esa beca de formación, si el alumno logra convencer a Renfe, “se les hace un contrato de obra y servicio, y ello les genera puntos para la siguiente Oferta Pública de Empleo. En la siguiente OPE, normalmente, quienes obtienen plaza son quienes han estado trabajando ya en Renfe con esos contratos temporales. Hay casos excepcionales, pero la mayoría de las personas que logran una plaza fija en Renfe, lo hacen tras haberse presentado a dos Ofertas Públicas de Empleo”, cuenta el portavoz del Sindicato Ferroviario (SF).
Y aquí es donde viene el problema, según Rafael Escudero: “Esta forma de proceder, hace que las Ofertas Públicas de Empleo no traigan maquinistas para relevar a los que se jubilan, sino que únicamente consolidan a los que están contratados de forma temporal. Lo que reclamamos es que se ajuste el número de plazas que se ofertan en las OPE a las necesidades reales de plantilla en las diferentes residencias. En cualquier caso, ahora mismo, nos encontramos ante una falta no solo de conductores, sino también de personal de talleres, intervención, taquillas… Entre todos los colectivos, el déficit podría rondar las 2.000 personas”.
Ahondando en el tema de las becas de formación, el portavoz de SF detalla que “es una forma de ahorrarse costes por parte de Renfe. Los alumnos prestan servicio en diferentes residencias del estado, y hacen el mismo trabajo que los maquinistas que están fijos, pero por 800 euros al mes. Se supone que deben de tener un tutor que los supervise cuando conducen los trenes, pero, en muchos casos, el tutor tiene muchos becarios a su cargo y no puede estar con todos. Quienes desempeñan la beca cuentan con la formación que les otorga haber adquirido la licencia, pero no tienen la experiencia necesaria”. El ahorro de Renfe con cada beca de formación es considerable. Rafael Escudero cifra en “25.000 o 26.000 euros brutos anuales” el sueldo que reciben los maquinistas una vez que se convierten en fijos mientras que con esa beca, cobran tan solo 800 euros mensuales.
Desde Renfe, sin embargo, defienden que el retraso en los procesos de formación “se debe a la COVID-19 y a que SEMAF (Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios) se niega a que, en la cabina de los trenes, vaya más de una persona con el maquinista, cuando la normativa posibilita que pueda haber hasta cuatro personas. Esta limitación ralentiza los procesos de formación y homologación y, por tanto, de incorporación de conductores de trenes al servicio ferroviario”.
Respecto a la obligatoriedad, a efectos prácticos, de que quienes quieren lograr una plaza fija tengan que pasar por dos Ofertas Públicas de Empleo, desde la compañía afirman que “en el tema de la segunda OPE no vamos a entrar, hay una oferta pública de empleo con unas plazas, y se cubren todas. Lo importante es que se cubran las plazas que se convocan. Así es como vamos reponiendo y llevando a cabo el relevo generacional. Los aspirantes que se presentan a la OPE no lo hacen para lograr la beca de formación sino para optar a la plaza, hay gente que la consigue y gente que no. Vamos a incorporar 916 maquinistas nuevos que, teniendo en cuenta las 454 jubilaciones que se producirán, harán que en el primer semestre del 2022 alcancemos el mayor número de maquinistas (5.720) desde que se aprobó el Plan de Empleo en 2016”.
No obstante, sí que detallan que “Renfe actualmente cuenta con 507 personas en la bolsa de reserva. A través de ella, pretendemos ir formando conductores para que, si consiguen plaza en la próxima OPE que se convoque, los plazos para su incorporación al servicio normal de la compañía sean más rápidos”.
En cualquier caso, el fantasma de la segunda OPE también ronda por las escuelas en las que se obtienen las licencias de maquinistas. Carlos, de 20 años, que se encuentra estudiando para poder conducir trenes en un futuro cercano, nos menciona que, pese a que aún no ha pasado por la OPE y, en consecuencia, no puede saberlo a ciencia cierta, “sí que he escuchado testimonios de muchos compañeros que están ya en Renfe, y también de profesores, en los que cuentan que los que logran la plaza son los que han llevado a cabo la beca de formación con la compañía. Es casi imposible conseguirlo en la primera OPE, aunque sí que conozco el caso de una amiga que, hace unos años, pudo lograrlo gracias a que hizo muy bien el examen y a que tenía un nivel C1 de inglés que le dio muchos puntos. Pero no es lo habitual”.
En definitiva, salvo contadas excepciones, los aspirantes a maquinistas que se presentan a las Ofertas Públicas de Empleo de Renfe, pasan por una primera OPE en la que el objetivo es aprobar con buena puntuación para que la compañía les seleccione como becarios. Si lo consiguen, primero cobrarán 800 euros al mes y, si convencen a Renfe, pasarán a estar contratados de forma temporal. Posteriormente, con la ayuda de los puntos que han adquirido, vuelven a presentarse a una segunda OPE para, ya sí, tratar de hacerse con su plaza fija en la empresa.
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