En un primer momento, la compañía Repsol alegó que la fuga de petróleo se debió a una alarma que nunca llegó de la Marina de Guerra. Sin embargo, un informe sobre la fuga de crudo del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) no menciona que el origen del desastre haya sido ese. A pesar del abuso corporativo, la sociedad civil se movilizó y juntó, en puntos diferentes del norte, kilos de cabello.
Hasta el momento, la defensa de la compañía sostuvo a la Fiscalía que solo se habían vertido unos galones de crudo. Sin embargo, la situación era más grave a comparación de lo que presentaba la corporación de manera preliminar: más de 1 739 000 m² de mar peruano se vieron afectados por sustancias tóxicas, así como también fueron hallaron varios animales siguen resultando afectados.
Durante el domingo 16 de enero, este derrame de petróleo se fue expandiendo hasta alcanzar otras playas, como las de Ancón, Santa Rosa y Chancay.
El pelo humano, considerado como un producto efectivo e ideal para la limpieza del petróleo, es natural, económico y renovable. Asimismo, se biodegrada.
La persona que descubrió este fenómeno fue el peluquero estadounidense Phil McCrory, pues observó por televisión cómo el pelo de una nutria marina se encontraba saturado del petróleo derramado en el famoso accidente del Exxon Valdez en Alaska, por el año 1989.
Fue así que a McCrory se le ocurrió una brillante idea: “si todo ese petróleo podía adherirse al pelo de una nutria, ¿por qué no al pelo humano?”. Por ello, realizó un experimento casero utilizando una media de su esposa y metió el cabello que había cortado a sus clientes. Acto seguido, lo sumergió en una bañera que tenía en su interior una mezcla de agua y petróleo, para comprobar que, efectivamente, sí limpiaba el agua del crudo negro.
Tras este hallazgo, varias instituciones, incluyendo la NASA y la Universidad de Tecnología de Sídney, Australia, pusieron a prueba esta técnica.
De acuerdo a la información proporcionada por la BBC, la NASA comprobó que, luego de utilizar el filtro de pelo humano en agua con petróleo, solo quedaron 17 partes por millón de crudo en el agua. “Muchos dirán que es insignificante, pero, ante este escenario, vuelvo a repetir, todo es válido”, afirmó el biólogo y docente de la Universidad César Vallejo (UCV) Paolo Amaya en conversación con La República.
Por otro lado, el estudio de la universidad australiana reveló que el pelo humano, al tener un alto contenido de cutícula, lo hace “biosorbente altamente hidrofóbico”, con una corteza muy porosa que atrapa varios tipos de contaminantes.
“Desde la PCM hemos pedido ayuda internacional. La ONU ha contestado y en unos días está llegando ese apoyo”, dijo Dina Boluarte en declaraciones para la prensa, quien adelantó, además, que también se requirió cooperación a Ecuador y Venezuela, considerados grandes exportadores de petróleo.
“Hace unos días informé que los países más cercanos son expertos en manejo de derrame de petróleo o crudo: Venezuela, porque es exportador de grandes cantidades de petróleo, y también Ecuador. Les pido que vengan lo más pronto posible porque pueden entrar por mar y empezar a limpiar nuestro litoral”, apuntó a los medios de comunicación.
La refinería La Pampilla fue construida en 1967 en Ventanilla y, desde entonces, opera en el sector petróleo y gas. Casi 30 años después, en 1996 —y durante las privatizaciones aplicadas por el Gobierno de Alberto Fujimori—, la multinacional española, que la compró por 180,5 millones de dólares en el año mencionado, se adjudicó el 60% de la refinería peruana.
De acuerdo a la información de la compañía ibérica en su página web, La Pampilla se orientó “a la optimización de procesos, mejorar la capacidad de producción y contar con nuevas unidades que garantizan un proceso más seguro, confiable y cuidado con el medio ambiente”.
El reporte técnico del Osinergmin fue elaborado por sus especialistas, luego de que estos hicieron una inspección el lunes 17 de enero, en el área del derrame de petróleo, en el Terminal Multiboyas N° 2, que es el punto exacto donde se registró el incidente.
Según el informe preliminar del Osinergmin al que tuvo acceso La República, la ruptura del sistema de descarga de petróleo en altamar, debido a un movimiento brusco del buque tanquero Mare Doricum, pudo haber sido el motivo de la fuga del hidrocarburo. Osinergmin no indica que el inesperado balanceo del navío fue como consecuencia de un oleaje anómalo, porque tampoco se descarta que podría haber sido el resultado de alguna maniobra de la tripulación.
Es preciso señalar que no es la primera vez que ocurre un derrame de petróleo en el mundo y se utiliza melena humana para contrarrestarlo, pues el 25 de julio de 2020 en la Isla Mauricio, ubicado en el océano Índico, se registró un desastre ecológico luego de que un buque japonés, el MV Wakashio, encallara en un arrecife de coral frente a las costas de esta isla, perteneciente al continente africano y se derramaran cerca de 1.000 toneladas de petróleo en el mar.
A causa de lo sucedido, autoridades de Francia y Japón enviaron equipos de limpieza; no obstante, los habitantes de la isla también se unieron para hacerle frente al desastre que atentó contra la vida marítima. Para llevar a cabo esta iniciativa, estudiantes, activistas y personas civiles comenzaron a crear barreras de protección flotantes a base de caña de azúcar, paja, medias y cabello humano.
De acuerdo con el especialista, quien también se desempeña como docente universitario, lo sucedido en Isla Mauricio, con el derrame de petróleo en sus costas, tiene similitud con lo ocurrido recientemente en el Perú “por el daño ambiental que estamos describiendo”. En ese sentido, existe la predisposición. “Sin embargo estamos en contexto de COVID-19, que lo vuelve limitante”, agregó Paolo Amaya.
De otro lado, el también catedrático hizo algunas precisiones con respecto al uso de pelo humano, pues “de por sí (el cabello) no absorbe agua, aunque sí aceites como el petróleo, que se puede adherir”, manifestó. Asimismo, hizo hincapié sobre la cantidad de cabello a utilizar de acuerdo a la magnitud del desastre ecológico. “No estamos hablando que vas a ir con 20 kilos de cabello, estamos hablando que es de acuerdo a las hectáreas que fueron afectadas”, sostuvo.
Teniendo en cuenta que 6.000 barriles de crudo negro fueron vertidos en el mar peruano, Amaya sugirió que debe utilizarse una buena cantidad “para que por lo menos sea eficiente”.
El biólogo refirió que la técnica de recolectar cabello para limpiar el mar contaminado de petróleo se puede gestionar. “La sociedad civil organizada puede tener esta intención de mejorar y actuar. Se puede hacer, claro que sí. Pero en esta pandemia, en un escenario de tercera ola, vuelvo a repetir, es limitante; sin embargo, no desestimemos esta gran idea”, acotó en diálogo con La República.
Para ello, en palabras de Amaya, estas acciones deben ir de manera articulada con el apoyo del Estado y la sociedad civil, para que se realice de manera ordenada y eficiente, brindando un adecuado soporte e infraestructura.
“Tendríamos que convocar a centros de buceo, a los mismos pescadores que con su experticia puedan colaborar también porque es un despliegue humano interesante. Para lograr la cantidad de cabello, punto uno. Para colocar esta infraestructura —porque se convierte en una infraestructura— no es como que un mechón y lo colocas”, aclaró a este medio.
Al ser consultado sobre la alternativa de otros elementos naturales para la absorción y degradación del petróleo, el biólogo sostuvo que algunas bacterias sí cumplen esta función. “Sin embargo, es muy poca la accesibilidad que se pueden tener a ellos”, reconoció.
En otro momento, el docente universitario sostuvo que el uso de pelo humano para fines ambientales en el Perú, hasta el momento, se ha realizado a nivel de laboratorio. “Particularmente, yo he hecho la simulación a través de laboratorio con estudiantes dentro de la programación de investigación formativa. Realizamos esta simulación y hemos podido comprobar que sí es válido el utilizar esto (el cabello). Claro, en una escala muy menor a lo que estamos viviendo (derrame de petróleo en Ventanilla)”, precisó.
Según lo mencionado por el experto, las técnicas utilizadas por autoridades competentes para retirar el petróleo, van a generar una repercusión a nivel moderado a alto. Esto se debe a que “podemos dañar ciertas zonas, ciertos hábitats que puedan estar próximos por los movimientos bruscos (que genere esta maquinaria) y no estén contemplados en dicho ambiente”. En esa línea, Amaya lo ejemplificó de la siguiente manera. “Es lo mismo que tú quieras descansar y te colocan un ruido, superior a los 50 decibeles, no podrías”, refirió.
La reutilización del pelo en otros países se ha dado de manera articulada. De acuerdo con Infobae, la organización Green Salon logró reunir a 600 peluqueros británicos e irlandeses con la finalidad de destinar el cabello que cortan a personas que realizan trabajos de limpieza de derrames en el Reino Unido.
Una similar iniciativa se desarrolla en Francia desde el 2015 y reúne a 3.000 peluqueros. Bajo el nombre de Coiffeurs Justes (Peluquerías justas), esta asociación provee a sus socios con bolsas de papel para que las llenen con residuos capilares y las envíen a los centros de recolección de dicha organización, para finalmente utilizarlo como relleno de mangas anticontaminantes, fertilizante y compost.
En esa línea, la asociación Sustainable Salons Australia, que tienen su propia planta de tratamiento capilar, propone a sus socios cambiar productos de uso común que sean contaminantes por otros biodegradables.
Un grupo de salones de belleza ha iniciado una novedosa campaña para combatir el derrame de petróleo en Ventanilla y así no solo salvar la flora y fauna silvestre del litoral, sino también para purificar el agua. Todo se trataría de un descubrimiento que ha revelado que el cabello absorbe ocho veces más el petróleo a través de un mecanismo en el que los filamentos se entuban en una malla que se usa como limpiadora.
Este movimiento benéfico es absolutamente gratuito y tiene como finalidad recolectar la mayor cantidad de cabello posible para que este sea enviado a Ventanilla.
El principal requisito para aplicar a esta iniciativa, que busca cuidar el medio ambiente, es poseer cabello que tenga más de 3 centímetros de largo. Tanto hombre, mujeres, niños y niñas son personas aptas para aplicar a esta donación que solo durará hasta el día sábado.
El ingeniero David Fairlie, en diálogo con La República, brindó las estimaciones que realizó hasta el 21 de enero. En esa línea, primero calculó la cantidad de área afectada que Repsol enunció: 18,000 metros cuadrados de mar que son matemáticamente imposibles. Dicha cantidad es igual a 0.0533m, es decir, 5.33 cm de espesor.
De otro lado, la segunda estimación tuvo que ver con la altura de la mancha de petróleo sobre el mar que se puede ver desde el espacio que es, en su mayoría, de 1µm (equivalente a la millonésima parte de un metro). Así que los 6.000 barriles (o 960 metros cúbicos) dividido entre 1µm resultaría un área total de 960 000 000 metros cuadrados. En este segundo cálculo, esa sería la cantidad de mar que fue afectado.
Entonces, según lo mencionado, el resultado también es equivalente a 960 kilómetros cuadrados (53,333 veces mayor a la reportada inicialmente). Es decir, esa es la cifra de expansión máxima de mar afectado si los barriles vertidos son, como afirman hasta el momento, 6.000. De ser así, llegaría a un poco más de Chancay, en Lima provincias, según explicó el experto.
Ante el peligro que constituye para la salud de la población, el Ministerio de Salud (Minsa) brinda un conjunto de recomendaciones a la población, según indicó Alexis Holguín, director de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa.
En esa línea, el funcionario exhoró a la ciudadanía a no acudir a los siguientes balnearios por la presencia del petróleo derramado, así como playas aledañas.
1937