Charlotte Casiraghi, la bellísima hija de la princesa Carolina de Mónaco y el italiano Stéfano Casiraghi, es una de las jóvenes más ricas de Europa, pues es la heredera, junto a sus hermanos Andrea y Pierre, y a su media hermana Alejandra, de una gran fortuna por pertenecer a la familia real Grimaldi.
A sus 34 años, Carlota ya es poseedora de un gran patrimonio. Según el periódico español El País, a los 27 años heredó una isla y tiene en su poder más de millones de dólares, pero la joven, que no tiene título nobiliario por pedido exclusivo de su madre cuando nació, también gana su dinero como modelo. Su último trabajo fue con Chanel, la maison francesa, que le ofreció ser el rostro de la marca en la campaña primavera-verano 2021 y a partir de allí se ha convertido en su musa.
Stéfano Casiraghi fue integrante de una de las familias más adineradas y poderosas de Italia. Los Casiraghi amasaron su fortuna siendo emprendedores del carbón en el norte de dicho país y solamente eran conocidos por un reducido círculo financiero, político y económico.
El apellido de la familia se hizo mediático cuando Stéfano se comprometió con Carolina de Mónaco y comenzó a asistir a eventos y fiestas glamorosas del Principado. Cuando se conocieron, él ya era un exitoso empresario y no necesitaba de la fortuna de la princesa: además de ser el heredero de una gran fortuna también fundó varios negocios exitosos y fue un gran piloto de embarcaciones a motor.
Stéfano fue hijo de Giancarlo Casiraghi y Fernanda Biffi Casiraghi, quien hoy tiene 95 años y procede de la misma familia milanesa con larga tradición empresarial en el carbón. Cuando se casaron, Giancarlo convirtió a estas empresas en un gigante del sector energético, que hoy son un imperio.
Actualmente, Fernanda vive en la Villa Cicogna Mozzoni con un perfil muy bajo y no le interesa ser objeto de la opinión pública, a diferencia de su nieta que fue portada de muchas revistas como Vogue. Una de las pocas cosas que se saben de ella es que, aunque Stéfano falleció hace muchos años, Carolina de Mónaco aún la llama "mamma" y tienen una excelente relación.
Carlota también tiene un gran vínculo con Fernanda y legalmente será una de las herederas de la fortuna de los Casiraghi. Además, seguirá recaudando dinero con la pequeña fortuna que hizo ella misma en el mundo de la moda, no solo como cara de las marcas de lujo, sino por haber diseñado muchas joyas en colaboración con la firma Montblanc.
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