¿Qué será de todas esas marcas de belleza de celebrities en 2021?

Beckham conoció a Creal, ejecutiva de belleza veterana, en Estée Lauder. Tras lanzar con ella una colección cápsula de cosméticos en aquella marca, se enamoró de su pasión y su visión de negocio. Si bien "es innegable", dice Creal, que la ex Spice Girl es una celebridad, no consideran que Victoria Beckham Beauty sea una ‘marca de celebrity’, sino una empresa independiente de pleno derecho. "Tener a Victoria como socia, obviamente, nos da una visibilidad que no tendríamos de otra manera, pero aun así tenemos que responder al escrutinio y la credibilidad que se exige a cualquier marca de belleza nueva".

La importancia de la calidad frente a la influencia

No cabe duda de que las celebrities ejercen una gran influencia sobre sus seguidores; pero para convencer a sus consumidoras de que compren sus productos, la credibilidad y, más importante aún, la más alta calidad son requisitos innegociables. “La gente no solo compra una cara, también espera que el producto funcione igual de bien que el de cualquier otra marca en la que confíe”, dice Victoria Buchanan, analista senior de futuribles de la consultora de prospectiva estratégica The Future Laboratory.

El propio público lo suscribe. “[Creo que algunos] productos de celebrities son de mala calidad porque se creen que la gente los va a comprar igual”, denuncia Marion, consumidora de la generación Z de 17 años de Toronto. "Pero el producto en sí debería ser más importante que la persona famosa o la publicidad". La calidad, asegura, ha sido la principal razón para comprar los pocos productos de celebrities que tiene: un iluminador de Rare Beauty con muy buenas críticas y un corrector de Fenty, por su amplia gama de tonos.

¿Qué será de todas esas marcas de belleza de celebrities en 2021?

Si bien es cierto que un personaje conocido da a conocer enseguida la marca a los consumidores (que, si además son fans, se fijarán mucho más), rara vez se compran productos de belleza solo por el nombre. En general, las compradoras desconfían de los productos, más aún si son cuidados de piel; hacen sus propias investigaciones y hacen caso al consejo experto.

Como ocurre con todas las tendencias, la burbuja de la belleza ‘celebrity’ acabará pinchándose. La fuerte caída que han sufrido las fragancias de rostros famosos después de alcanzar su pico en 2011 demuestra lo que puede acabar sucediendo cuando los consumidores se cansan de una categoría. Nada dura para siempre y ya estamos asistiendo a un cambio gradual del interés hacia las marcas de cuidado capilar, como Pattern de Tracee Ellis Ross, Anomaly de Priyanka Chopra Jonas, e incluso hacia productos de bienestar sexual, como los de Cara Delevingne y Dakota Johnson.