La milmillonaria cifra de dinero que Kim Kardashian y Kanye West se juegan con su divorcio

Contra todo pronóstico, el ocaso del matrimonio conformado por Kim Kardashian y Kanye West parece estar más cerca que nunca. Después de meses de rumores constantes, Kimye —apodo popular del binomio en redes—, se acaba. Y claro, nada de este trámite va a resultar fácil ya que, además de los cuatro hijos que tienen en común (North, Chicago, Psalm y Saint) entre ambos han de repartirse una fortuna que Forbes estima en más de 1.700 millones de euros. Cifra conjunta que, a pesar de que siempre se cree que Kanye es ‘el rico’ de los dos, está más igualada de lo esperado. Aunque sí que hay una diferencia entre ambos titanes: la fortuna del rapero se basa principalmente en su modelo de zapatillas Yeezy, cuyos ingresos están atados a la firma Adidas, mientras que los negocios de Kim son más diversos, variados y tienen más capital líquido.

Así, a grosso modo, el monto estimado que correría en la cuenta corriente del rapero sería de algo más de mil millones de euros; mientras que Kim gozaría de una vitalidad financiera en torno a los 617 millones. El primero habría amasado dichos bienes gracias a los ingresos de su música y la mencionada colaboración con Adidas —de la que posee el 100% de su firma—. La segunda, a la hora de repartir en el divorcio, tendría que hacer cuentas provenientes de lo ingresado por su famoso programa de televisión familiar, en el que ha llegado a ganar medio millón de dólares por episodio, la beneficiosa app móvil ‘Kim Kardashian: Hollywood’, estimada en 200 millones de euros, y la firma de cosmética KKW Beauty, que va viento en popa y a toda vela. Todo eso, sin contar con los acuerdos comerciales por imagen que firma para exponer más tarde en sus redes sociales.

Entonces, ¿cómo se van a repartir la pasta gansa?

Todo dependería, como ya se empieza a contar entre la prensa especializada, del acuerdo prenupcial que ambos habrían firmado en 2014 antes de darse el ‘sí, quiero’. Un trato que se forjó cuando Kim comenzaba a convertirse en la gallina de los huevos de oro y Kanye ya era toda una eminencia musical que se colaba entre los puestos de los mejores pagados año tras año. Según comentan fuentes cercanas, el verdadero quebradero de cabeza vendría a la hora de dividirse la mansión familiar ubicada en Hidden Hills, California, donde actualmente KimKa reside junto a sus cuatro hijos —el cantante se encuentra desde hace meses en un macrorancho de Wyoming alejado de los focos—. Pero, ¿dónde está el problema? La casona, comprada el año de su boda y pagada por Kanye, costó la friolera de 15 millones de euros, mientras que la reforma posterior vino a valer casi lo mismo. En total, unos 30 millones de euros, ahí es nada. Sin embargo, el terreno, fue adquirido como inversión por la Kardashian, detalle que complica el asunto divisor dado que alguno tendría que ceder.

Desde luego, la única que aquí parece que vaya a hacer el agosto será Laura Wasser, abogada acuñada como ‘la reina de los divorcios’ en Hollywood que parece llevar el caso y que tendrá que hacer malabares para contentar a dos pesos pesados como Kanye y Kim. Cuanto más se enreden a la hora de repartir, más se llevará la intermediaria. Ahora solo nos queda saber cuánto tiempo duraría este trámite que podría traer consigo una marabunta de titulares escabrosos, si es que llegado el momento ninguno de los dos se entienden. ¿Acordarán un 5o-50%? Está difícil.