Cosmética anti-contaminación

Los científicos emplean un nuevo término, ‘exposoma’, para referirse al impacto que provoca, en la salud de una persona, la exposición a los agentes externos: sustancias químicas, radiación, estrés, contaminación, alimentación, frío, calor… Este indicador, definido en 2005 por por Christopher P. Wild actual director de la Agencia Internacional de investigación contra el cáncer, se ha extendido a la dermatología porque es evidente cómo muchos de estos factores alteran el buen estado de la piel. De hecho, son responsables del85% de los signos de envejecimiento cutáneo.

En los entornos urbanos la contaminación es junto con los rayos UV la primera causa de envejecimiento prematuro. Más del 80% de la población europea está sometida a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, ciudades como Málaga, Gijón, Murcia o Valencia, junto con Madrid y Barcelona, superan estas recomendaciones. “Cada vez hay más publicaciones que aseguran que estos tóxicos ambientales afectan a la tolerancia de la piel”, afirma Inmaculada Vivó, directora técnica de Germaine de Capuccini.

Tipos de contaminación

Se pueden distinguir tres que afectan a la piel:

1. La del sol,cuyos rayos más dañinos son los ultravioleta.

2. La contaminación atmosférica: compuesta por todos los tóxicos vertidos al ambiente por la actividad humana: industrias, coches, tabaco… Esas partículas que son dañinas interaccionan entre sí creando otros contaminantes. “Algunas partículas son más pequeñas que los poros de la piel y entran impidiendo que el oxígeno entre a la célula y afectando al melanocito por lo que, en la piel de las personas que viven en las ciudades, se detectan manchas que no son del sol, sino de la contaminación”, explica Inmaculada Vivó. Todos estos tóxicos disminuyen, además, la capa de ozono.

3. La contaminación doméstica: calefacción, aire acondicionado, pinturas de paredes, productos de limpieza… “Además, los tensoactivos de los geles de baño eliminan la suciedad de la superficie de la piel, pero también los lípidos cutáneos”, advierte Vivó.

Biotherm ha supervisado estudios con mujeres en algunas de las ciudades más contaminadas del mundo y sabe cómo afecta al funcionamiento y aspecto de la piel. De hecho, al comparar la piel de estas mujeres con la de otras que viven en áreas no contaminadas, han identificado seis daños que produce esta atmósfera en la piel: poros más visibles, piel grasa, aceleración del estrés oxidativo (envejecimiento prematuro), manchas, fragilidad y rugosidad. “La piel es porosa y permite el paso de los elementos contaminantes, algunos de los cuales se quedan en la epidermis. La piel se debilita, la función barrera se daña y los poros se obstruyen. La piel ya no es capaz de combatir las agresiones causadas por las toxinas y, literalmente, se asfixia”, explica Caroline Nègre, directora de comunicación científica de Biotherm.

¿Qué tiene que tener un cosmético antipolución?

María Segurado, dermatóloga y asesora de Nivea, nos da las claves: “Efecto anti-inflamatorio para calmar lo que las partículas, los gases… provocan en la piel. También agentes antioxidantes que combatan los radicales libres y regeneren el propio sistema de defensa de la piel. Por último, activos hidratantes para evitar la sensación de tirantez y sequedad que produce el ambiente contaminado”.

También se recomienda prestar especial atención a la limpieza. Siempre es clave, pero más si la piel está en contacto con una atmósfera especialmente sucia. Por eso no basta un producto ligero que arrastre poco más que el maquillaje. La doctora Segurado aconseja una limpieza en profundidad e introducir en la rutina “un exfoliante de uso diario con partículas de arrastre pequeñas y agentes hidratantes”.