Te va a doler pero te va a gustar: cómo ir al gimnasio me cambió la vida para siempre

“Lo importante sería saber qué cuentas seguir, las que son reales, las que se asemejan a mi vida, a mi rutina, las que podríamos alcanzar, y no seguir a personas que su vida no tiene nada que ver con la mía”, aconseja Juanjo Rodríguez, de la misma forma que lo hace Juan Ruiz López: “Si no, al ver que de manera natural el objetivo no es alcanzable y además, en muchos casos, en cortos periodos de tiempo no se pueden conseguir esos resultados utópicos, la gente pierde la motivación y el ánimos por el entrenamiento ”.

Paradójicamente, no deberíamos perder la práctica de hacernos fotos, no para subirlas a ninguna red social necesariamente, sino para generar a nivel personal un diario fotográfico, una de las herramientas más eficientes a la hora de observar los progresos: “Mirarnos en el espejo y ver a la misma persona todos los días es complicado, porque los humanos tendemos a tener prejuicios negativos sobre nosotros mismos antes que positivos”, explica Layne Fletcher. “Sin embargo, las fotos eliminan ese paso y nos permiten vernos en momentos específicos en el tiempo, por lo que es mucho más fácil ver el progreso ”.

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