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En todas las culturas existen artículos y costumbres que supuestamente traen buena suerte y ahuyentan las desgracias y los malos espíritus. En Japón, estos amuletos reciben el nombre de engimono y están por todas partes. Los verás colgados en móviles y bolsos, en las entradas de las casas, en las tiendas, en los templos…Engimono: amuletos japoneses de la buena suerte - Japonismo Icono de búsqueda Icono de búsqueda Icono de búsqueda Engimono: amuletos japoneses de la buena suerte - Japonismo Icono de búsqueda Icono de búsqueda Icono de búsqueda

Paseando por Japón verás por las calles gatos con la pata levantada, muñecos con un solo ojo, mapaches con grandes órganos sexuales, siete dioses en un barco y mucho más.

Y en los santuarios verás colgantes hechos de tela, tablones de madera con deseos escritos, pequeños papeles blancos atados a los árboles. Todo ello son amuletos de la buena suerte, aunque a priori no lo parezcan.

La venta de todos estos amuletos es una de las mejores fuentes de financiación de templos y santuarios. Y es que, por ley, ninguna institución religiosa en Japón puede recibir dinero del estado. Los hay más baratos, como un omikuji o una ema, y más caros como una carta kiganbun. Lo bueno, para santuarios y templos, es que estos amuletos se renuevan cada año, con lo que siempre hay un flujo constante de compradores.

A continuación te contamos cuáles son los más conocidos e importantes. Muchos de ellos, además, son regalos perfectos para amigos y familiares cuando vuelves de Japón.

Amuletos japoneses en nuestro podcast

Si te gustan los podcast, estás de suerte. En uno de nuestros dos podcast, Japonesamente, tenemos un episodio dedicado íntegramente a los engimono o amuletos japoneses. ¡Seguro que te gustará!

Escucha nuestro podcast sobre amuletos
Índice de contenidosocultar
1Amuletos japoneses en nuestro podcast
2Amuletos japoneses: resumen en vídeo
3Omamori, el amuleto para todo
4Omikuji, la suerte que se ata
5Tablillas ema para pedir deseos
6Maneki-neko, el gato de la buena suerte
7Daruma, el amuleto de los propósitos
8Ofuda, el amuleto para el hogar
9Tanuki, el mapache japonés de grandes testículos
10Shichifukujin, los siete dioses de la fortuna
11Fukusuke, la suerte en los negocios
12Teru-teru bōzu, el amuleto contra la lluvia
13Kiganbun, la carta a los dioses
14Kumade, el rastrillo de la felicidad
15Flecha Hamaya
16Shirushi no Sugi
17Animales que traen suerte
18¡Y muchos más amuletos regionales!
19Devolución de amuletos en Año Nuevo

Amuletos japoneses: resumen en vídeo

Y si eres de los que prefiere el formato vídeo, aquí te dejamos nuestro vídeo específico sobre amuletos japoneses. Y recuerda que en nuestro canal de Youtube tienes muchísimos vídeos específicos, no sólo de lugares y regiones de Japón, sino también de cultura japonesa, curiosidades y también de preguntas y respuestas.

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Omamori, el amuleto para todo

El omamori es un popular amuleto japonés que seguro que comprarás en alguna de tus visitas a Japón. Es una especie de colgante de tela que se vende, sobre todo, en templos y santuarios. Se cree que evita los accidentes, mejora la salud, ayuda en el amor, ayuda a aprobar los exámenes, etc. Es decir, es un amuleto para todo, del que tienes más detalles en el post que te hemos enlazado.

Los japoneses llevan estos omamori en muchos sitios. Puede ser en el bolsillo, en el bolso, en el coche o incluso en el móvil. Además, los hay de todos los colores y diseños y en cada santuario tiene una imagen específica que sólo encontrarás allí. Es decir, además de buena suerte, fomentan el coleccionismo que tango gusta en Japón.

Omikuji, la suerte que se ata

Los omikuji son pequeños papeles que predicen tu fortuna y adivinan tu futuro. También puedes comprarlos en la gran mayoría de templos y santuarios japoneses. En el artículo enlazado te damos más detalles y hasta explicamos qué tipos de omikuji encontrarás y su significado.

La creencia popular dice que si te toca un omikuji de mala suerte tienes que atarlo en alguno de los árboles del templo o santuario. De esta forma, los dioses se llevarán la mala suerte consigo y ya no te perseguirá. A menudo hay lugares específicos para atarlos, así que no te preocupes si tienes mala suerte.

Tablillas ema para pedir deseos

Las ema (絵馬) son pequeñas tablillas de madera donde puedes escribir tus deseos. Para conseguir su favor, tienes que escribir tu deseo en uno de los lados de la tablilla y colgarla en el santuario. Allí los sacerdotes o monjes la acabarán quemando para que el deseo llegue claramente a los dioses. No tienes además que preocuparte si no sabes japonés porque puedes escribir en el idioma que prefieras.

Los diseños de las tablillas ema varían según el santuario. Generalmente verás que tienen diseños con animales, imágenes relacionadas con la estación del año o con la ciudad en la que estés. Es habitual también que tengan símbolos relacionados con el santuario en cuestión, aunque es habitual encontrar tablillas con la imagen de un caballo.

La creencia general era que los dioses kami iban a caballo (uma, en japonés). Por eso, en el pasado, el pueblo ofrecía caballos en ofrenda a los kami del santuario y, de uma pasó a ema. Hoy en día, los caballos de carne y hueso se han transformado en caballos dibujados, pero la idea es exactamente la misma.

Entre los deseos más comunes están disponer de buena salud o tener suerte en los negocios o en una nueva aventura laboral. Pero también son frecuentes tener suerte en los estudios o en el amor, disfrutar de un buen embarazo y un buen parto, etc. Lo cierto es que puedes pedir lo que quieras, incluso hay quienes piden poder ir a ese concierto tan especial de su grupo favorito, por ejemplo.

Una prueba de lo diferente que se vive la religión en Japón respecto a otros países está en los ema «modernos». Podría pensar que al ser un amuleto, su apariencia siempre tiene que ser respetuosa con las deidades. La realidad es que hay ema con imágenes de series de televisión de tipo tokusatsu, de manga y anime, etc.

El mejor ejemplo, quizás, lo tienes en el santuario Kanda Myojin, en Tokio. Este santuario aparece en la serie de anime Love live! y, desde entonces, se ha convertido en el santuario oficioso de la cultura otaku. Mucha gente que acude a comprar ema las decora con dibujos de esta serie, pero el propio santuario ha llegado a un acuerdo con la productora para ofrecer estas tablillas con imágenes oficiales de la serie. Así, todos salen beneficiados.

Maneki-neko, el gato de la buena suerte

El maneki-neko es posiblemente uno de los amuletos japoneses más conocidos fuera de Japón. Literalmente significa «gato que invita a entrar» y es un divertido gato blanco con una de sus patas, normalmente la izquierda, levantada a la altura de la oreja y la palma hacia delante.

En la otra mano tiene agarrada una moneda llamada koban, que representa la fortuna. Del cuello le cuelga un pequeño cascabel que ahuyenta a los malos espíritus.

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En el post enlazado te contamos en profundidad sobre este popular amuleto. Amuleto que en muchos casos la gente cree que es de origen chino. Además, en Tokio tienes el templo Gotokuji, que está dedicado en exclusiva a este gato de la buena suerte.

Daruma, el amuleto de los propósitos

El muñeco daruma es otro de los amuletos japoneses más conocidos. Es un muñeco rojo, sin brazos ni pies, con una cara masculina que tampoco tiene ojos, solo dos círculos blancos. Gracias a su forma redondeada se balancea pero nunca se cae, de manera que representa la perseverancia y el esfuerzo.

El daruma representa a un antiguo monje budista indio llamado Bodhidharma, fundador del budismo zen y responsable de que la doctrina de Buda llegara a China. Dice la leyenda que el monje no alcanzó la iluminación hasta 9 años después de meditar a solas en una cueva.

Precisamente por estar tanto tiempo sin moverse, no sólo se le cayeron los brazos y piernas, sino que el propio monje se arrancó los ojos para concentrarse mejor.

Normalmente los japoneses regalan muñecos daruma para darle a alguien la oportunidad de cumplir un propósito, por ejemplo en su cumpleaños, en Año Nuevo o ante un nuevo proyecto. Es decir, no se usa para pedir un deseo sin más, sino para conseguir ayuda con un propósito cuyo éxito dependa de tu esfuerzo.

Cuando se quiere ayuda con ese propósito, se pinta uno de los ojos y se deja en un lugar visible. Así, cada día que lo veas te recordará que tienes que esforzarte por conseguir tu objetivo. Cuando lo consigas, tendrás que pintarle el otro ojo en señal de agradecimiento.

Cada año, en los primeros días del año se celebran varias ferias en muchos lugares de Japón dedicadas al muñeco daruma. Una de las más conocidas es la que se celebra en el templo Shorinzan de Takasaki (prefectura de Gunma), los días 6 y 7 de enero de cada año.

Ofuda, el amuleto para el hogar

El ofuda es un amuleto parecido al omamori pero más grande y hecho de madera o de papel. Puedes comprarlo en los santuarios japoneses y su preciosa caligrafía lo convierte en un bonito regalo.

Este amuleto protege a toda la familia de cualquier mal como por ejemplo enfermedades o incendios en el hogar. En su interior suele encontrarse el nombre del dios o kami que protegerá a tu familia. También están el nombre del santuario o incluso el sello o imagen del mismo, junto con una oración o petición al dios.

Los japoneses suelen colocar el ofuda en el interior de la entrada de sus casas o bien en el altar sintoísta (kamidana) que hay en casa para los antepasados. Dado que el ofuda es algo sagrado, no tienes que abrirlo ni deshacerte de él a la ligera. En todo caso, tienes que llevarlo al santuario donde lo compraste para una ceremonia de cremación cuando quieras renovarlo.

Como la gran mayoría de amuletos, los japoneses suelen cambiarlo una vez al año, normalmente al final del año natural, para comenzar el año nuevo con protección renovada.

Por cierto, que las entrada a los templos Kinkakuji y Ginkakuji son en realidad ofuda que puedes colgar en la puerta de tu casa para obtener protección. Así que si visitas estos dos templos de Kioto, ¡no tires las entradas!

Tanuki, el mapache japonés de grandes testículos

El tanuki (狸 o たぬき), a menudo traducido como perro mapache japonés, es un animal originario de Asia y una criatura importantísima del folclore japonés. Siempre se han considerado una criatura extraña y sobrenatural y por ello es popular en cuentos antiguos, donde siempre aparece engañando a los protagonistas.

Actualmente el tanuki tiene una imagen más bien cómica, ya que se caracteriza por una gran barriga y unos enormes testículos. Lleva un sombrero de paja, que lo protege de la mala suerte, un libro de cuentas y una botella de sake en las manos. Todo ello símbolos de prosperidad en los negocios.

Por eso, es muy común encontrar pequeñas estatuas de tanuki en la entrada de restaurantes, bares e izakaya, aunque también lo verás en algunas casas particulares.

El tanuki aparece en muchas leyendas y cuentos tradicionales como un animal con poderes mágicos. Estos poderes son similares a los del zorro, cuya diversión principal es engañar a los personajes protagonistas. En estas historias, el tanuki a menudo cambia de forma o se hace pasar por humano. Es un animal bonachón aunque burlón y travieso al que le gusta mucho comer y beber y, básicamente, hacer el vago rascándose la barriga.

Pero uno de los aspectos que más sorprenden de las representaciones gráficas de los tanuki, desde el periodo Edo (más realistas) hasta la actualidad (con una estatuilla poco realista, seamos sinceros) son sus desproporcionados testículos.

En realidad, biológicamente hablando, el escroto de los tanuki es bastante grande. De hecho históricamente se ha utilizado en orfebrería para trabajar el oro, ya que son muy resistentes y elásticos y permiten trabajar el metal precioso con facilidad. De ahí que el escroto de los tanuki comenzara a ser visto como un símbolo de riqueza (permitía «estirar el oro»). Y fue entonces cuando empezó a comercializarse como amuleto de la prosperidad, además de aparecer en muchísimos dibujos de artistas del periodo Edo.

De hecho, en Japón, los testículos grandes no son un símbolo de potencia sexual. Por el contrario, son un símbolo de riqueza y prosperidad. Algo que entenderás perfectamente si sabes japonés, porque «testículos» es kintama (金玉), que significa «bolas de oro».

La relación entre la riqueza y los grandes testículos del tanuki viene de lejos, como puedes ver. Pero los restantes elementos de su imagen actual son incorporaciones más recientes.

Fue en el periodo Taisho (1912-1926), cuando se diseñó la actual estatuilla de cerámica shigaraki, que comenzó a popularizarse entre los propietarios de restaurantes y bares para atraer a clientes y riqueza. Hoy, la típica imagen del tanuki incorpora ocho virtudes que aseguran la prosperidad y la fortuna:

  1. Un sombrero de paja que lo protege del mal tiempo y de la mala suerte.
  2. Ojos grandes y abiertos para verlo todo bien y tomar buenas decisiones.
  3. Una botella de sake, que representa la virtud.
  4. Una larga cola que le da estabilidad y fortaleza para conseguir el éxito.
  5. Unos testículos enormes que simbolizan la fortuna en el dinero y los negocios.
  6. Un libro de cuentas que representa la confianza.
  7. Una gran barriga que simboliza la tranquilidad y la calma.
  8. Una sonrisa agradable que representa una buena atención al cliente.

Las esculturas actuales del tanuki, con un gran tamaño de la barriga, de los ojos y, sobre todo, de los testículos, le dan un aire cómico y divertido. Pero como puedes ver, tiene un gran simbolismo como amuleto.

Shichifukujin, los siete dioses de la fortuna

Los shichifukujin, como su nombre indica (shichi significa «siete», fuku es «suerte» y jin es «dios»), son los siete dioses de la suerte. El grupo simboliza las siete virtudes del ser humano: la longevidad, la oportunidad, la popularidad, la franqueza, la magnanimidad, la dignidad y la bondad.

Hay mucho que contar sobre cada uno de estos siete dioses, así que te invitamos a leer nuestro post sobre los Shichifukujin. Verás que son de orígenes diversos (sólo uno es japonés) y que navegan en un barco de la suerte. Incluso hay peregrinaciones por templos dedicados a estos dioses.

Fukusuke, la suerte en los negocios

El fukusuke (福助) es el muñeco de la fortuna y, sobre todo, de la buena fortuna en los negocios. Es un muñeco con cara de niño vestido como un samurái de manera formal con un kamishimo de patrón komon.

Se caracteriza por una cabeza rapada bastante grande y orejas enormes llamadas fukumimi, las orejas de la buena suerte y símbolo de riqueza. Suele estar sentado en la postura tradicional seiza sobre un cojín zabuton, también tradicional.

El origen del muñeco fukusuke no está muy claro. Hay quien dice que su origen se encuentra en el dios de la suerte o fuku no kami (福の神) llamado Kanō Fukusuke (叶福助) del periodo Edo. Algunas leyendas dicen que se diseñó a imagen y semejanza de un granjero llamado Sataro que viajó del campo a Edo (la actual Tokio) a comienzos del siglo XIX. Otras leyendas indican que el muñeco es en realidad la representación de un mercader de Kioto que tuvo muchísimo éxito en sus negocios.

En cualquier caso la creencia popular es que los muñecos fukusuke ayudan a la prosperidad y éxito en los negocios, razón por la que es habitual encontrarlos en la entrada de diferentes establecimientos y oficinas. A veces puede aparecer haciendo una reverencia de cortesía para dar una respetuosa bienvenida a los clientes; es el llamado ojigi fukusuke (おじぎ 福助).

Como sucede a menudo con este tipo de amuletos, hay fukusuke con formas y diseños muy diferentes, incluso mezclado con otros amuletos de la suerte. En algunas ocasiones, además, el muñeco fukusuke puede aparecer con su mujer ofuku (お福) o con su hija fukumusume (福娘), aunque no es lo habitual.

Como curiosidad, puedes ver un muñeco fukusuke en la portada del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles, justo abajo a la izquierda.

Teru-teru bōzu, el amuleto contra la lluvia

El teru-teru-bōzu (てるてる坊主, que significa «brilla, brilla, monje») es un amuleto contra la lluvia, para pedir buen tiempo. Este amuleto se popularizó durante el periodo Edo y sigue siendo muy usado y querido entre los niños y niñas de todo Japón.

En realidad el teru-teru-bozu es un sencillo muñeco hecho a mano, normalmente de papel, que se cuelga en las ventanas o en la entrada de la casa. Que funcione o no para conseguir buen tiempo y evitar la lluvia, eso ya es más complicado.

Es muy popular entre los niños, sobre todo los días antes de una excursión o un viaje, para evitar el mal tiempo y que no llueva. Pero también lo hemos visto en pueblos y ciudades de todo Japón los días previos a un matsuri o festival para que haga buen tiempo durante el mismo.

La gracia del teru-teru bōzu es que es un muñeco que puedes hacer a mano en casa. Es común hacerlo de papel, pero también puede hacerse de tela o hasta de ganchillo. Suele ser de color blanco, aunque actualmente se aceptan otros colores.

La tradición dice que si gracias a él has disfrutado de buen tiempo, puedes pintarle los ojos (como se hace con el muñeco daruma) o echarle sake por encima y tirarlo al río para que llegue al mar —algo muy típico de los amuletos que han funcionado—. Pero lo cierto es que la gran mayoría de teru-teru bōzu que hemos visto llevan ya la cara pintada con más o menos detalles… No nos extraña, porque a los niños les encanta dibujarle estos detalles.

Como decimos, e¡l teru-teru bōzu se cuelga en las ventanas o en la entrada de las casas. De hecho, se dice que si lo cuelgas al revés lo que estás pidiendo es justamente lo contrario, que llueva. Entonces recibe el nombre de sakasa teru teru bozu (逆さてるてる坊主). ¡Ten cuidado con lo que deseas!

El origen del teru-teru bōzu no está claro. Para muchos, el término bōzu hace referencia no a un monje concreto, sino a su semejanza con la cabeza rapada de un monje cualquiera. Para otros, se basa en la leyenda de un monje que prometió a los campesinos que detendría las lluvias que estaban destrozando los cultivos y que, al no conseguirlo, fue ejecutado.

No sabemos cuál de las dos historias será real, pero lo cierto es que el teru-teru bōzu es una imagen entrañable para los niños. De hecho, en 1921 se publicó una canción infantil que sigue siendo muy popular hoy en día entre los más pequeños. Te dejamos aquí una versión de la misma para que la puedas cantar. Te dejamos la letra y también el vídeo con la melodía de la canción:

Este amuleto es tan apreciado en Japón que hay llaveros, peluches, dibujos, mascotas y hasta obentos con su imagen. Así que ya sabes, si tienes alguna actividad y quieres pedir que no llueva… haz tu propio teru-teru bōzu.

Kiganbun, la carta a los dioses

La carta kiganbun (祈願文) o gokigan (御祈願), que literalmente significa «plegaria», es una carta a los dioses o espíritus de un santuario. En ella escribimos nuestros deseos y peticiones o les agradecemos la ayuda prestada. Normalmente se escribe a mano en el propio santuario, ya que ahí mismo encontrarás papel, bolígrafos y sobres.

Como sucede con cualquier otro tipo de compra que haces en el santuario, la carta kiganbun también debe llevar una ofrenda de dinero en metálico. Así pues, normalmente escribes tu carta, la metes en un sobre con algo de dinero de ofrenda y la introduces en una caja de ofrendas específica para ello. Si vas durante el hatsumode, a principios de año, verás varias cajas de ofrendas sobre todo en los santuarios más concurridos, para poder atender a tantos visitantes a la vez.

Al contrario que otro tipo de amuletos, la carta kiganbun no suele tener un precio fijo. Por eso, tu ofrenda puede ser tan pequeña o tan grande como quieras. Eso sí, en ocasiones especiales o en según qué santuarios, la redacción de la carta viene asociada a la compra de un paquete de amuletos y artículos varios (como puedes ver en la imagen. En esos casos sí tendrá un precio predefinido.

Así que ya sabes, si visitas un santuario y te apetece tener una comunicación un poco mas «íntima» con los dioses, busca la zona donde escribirles una carta kiganbun.

Kumade, el rastrillo de la felicidad

El kumade (熊手, o «zarpa de oso») es un amuleto con forma de rastrillo. Lo cierto es que el rastrillo es utensilio muy usado hoy en día en Japón, ya sea para plantar o para limpiar el suelo de hojas.

En el caso de este amuleto, la creencia es que en vez de recoger hojas del suelo, recoge felicidad y buena suerte para su propietario. De ahí surge la alternativa ornamental, siendo uno de los múltiples amuletos japoneses de la buena suerte.

Los rastrillos de bambú como amuleto de la buena suerte comenzaron a venderse en el periodo Edo durante los días de festival de los templos. Eran populares sobre todo en aquellos festivales relacionados con los negocios.

Fue entonces cuando comenzaron a decorarse estos rastrillos con símbolos de la buena suerte, como monedas de oro, imágenes de los Shichifukujin o Siete Dioses de la Fortuna, réplicas del barco del tesoro takarabune, etc. Y se empezaron a poner a la venta en festivales por todo el país para ayudar a los compradores a recoger con él prosperidad, fortuna, salud y felicidad. Así, el rastrillo pasó de ser un simple artículo de limpieza a ser un amuleto de la buena suerte.

Entre los adornos más frecuentes puedes encontrar la máscara de Otafuku o la diosa del júbilo, un personaje femenino muy usado en el teatro kyogen, Su presencia supuestamente te ayuda a recoger con el rastrillo la felicidad y la prosperidad. Además también encuentras monedas de oro, lingotes de oro y barcos del tesoro como amuletos para los negocios.

También verás grullas como símbolo de longevidad, tortugas como símbolo de buena suerte y longevidad, además de pequeñas réplicas de mikoshi o altares portátiles, uno o varios de los Siete Dioses de la Fortuna, ramas de pino y bambú, granos o fardos de arroz y besugos como símbolos de la prosperidad y el éxito en los negocios. En definitiva, de todo. Y cuantos más símbolos de la buena suerte lleve, más caro será el kumade.

Un lugar ideal para comprar kumade es en los distintos festivales Tori no Ichi (酉の市) que se celebran por todo Japón en el mes de noviembre. El mayor festival Tori no Ichi es el del santuario Otori de Asakusa donde se colocan más de 200 puestos diferentes con todo tipo de diseños de kumade.

El festival recibe la visita de miles de personas que buscan comprar su rastrillo de la buena suerte para el Año Nuevo. Un rastrillo kumade pequeño suele costar unos 1000 yenes, aunque los rastrillos de mayor tamaño pueden alcanzar un precio de 10 000 yenes o incluso más.

Tradicionalmente, cuando uno se decide a comprar un kumade, comprador y vendedor dan dos palmas y recitan una pequeña oración, que dice «salud para la familia, éxito para los negocios». Esto hará que sea más fácil conseguir salud, fortuna y prosperidad en el nuevo año. Sin duda, si estás en noviembre en Japón no te lo deberías perder.

Por cierto, la tradición dicta que cada año tienes que comprar un kumade de mayor tamaño, para ir aumentado así tu buena fortuna. Así que ten mucho cuidado con el tamaño del primer kumade que compres. Porque puede que en poco tiempo ya no tengas espacio en casa para colocarlo, ni dinero en el bolsillo para pagarlo.

Además del kumade, existe otro amuleto muy parecido. Se trata de una especie de «recogedor» con una buena colección de amuletos y símbolos de la buena suerte.

Así, puedes encontrar monedas y lingotes de oro, imágenes de los Siete Dioses de la Fortuna, sobre todo Daikokuten y Ebisu, así como su barco del tesoro takarabune. También hay máscaras de Otafuku o la diosa del júbilo, un personaje femenino muy usado en el teatro kyogen, y grullas y tortugas como símbolo de longevidad.

Además de todo esto, también hay pequeñas réplicas de mikoshi o altares portátiles, ramas de pino y bambú, granos o fardos de arroz, besugos como símbolos de la prosperidad y el éxito en los negocios, etc. Como puedes ver, un amuleto multiplicador de la suerte.

Flecha Hamaya

La flecha hamaya (破魔矢) es un amuleto específico del Año Nuevo en Japón. Puedes comprarla en los santuarios sintoístas de todo el país durante el hatsumode o primera visita al santuario en el Año Nuevo. Se trata de una flecha para «destruir los demonios», según su traducción literal. Así, comprar la flecha hamaya te protege de los malos espíritus durante todo el año y te ayuda a tener buena suerte.

Hay muchos diseños y tipos de hamaya, aunque habitualmente suelen llevar un amuleto omamori del santuario y una tablilla de madera ema. Esta tablilla suele tener un dibujo del animal representativo del año que entra.

Shirushi no Sugi

Este amuleto es típico de Año Nuevo y es especialmente popular en el santuario Fushimi Inari de Kioto. Se trata de pequeños papeles shide de color rojo y blanco atados a una rama de cedro junto a la imagen de Otafuku, símbolo de fertilidad y enemiga de cualquier cosa mala para la vida, así que aleja los malos espíritus.

Cuenta la leyenda que en el periodo Heian, cuando la gente iba a hacer el camino de Kumano, paraban en el santuario Fushimi y tomaban una ramita de cedro, que se considerada sagrada, y la ataban a sus ropajes. Al llegar a Kumano, solicitaban a los monjes que bendijeran la rama y al volver a Kioto plantaban la rama en el santuario de Fushimi. Si crecía, sus deseos se harían realidad.

Animales que traen suerte

Además del gato maneki-neko o del mapache tanuki, existen en Japón otros animales que popularmente atraen a la buena suerte. Por ejemplo, dice una popular leyenda japonesa que escuchar el canto de un búho (fukurō en japonés) es símbolo de buena suerte. Por ello, las figuras de búhos (sobre todo las doradas o hechas de cristal) son muy queridas por los japoneses.

Asimismo, las tortugas (llamadas kame, en japonés) son también muy queridas por ser consideradas animales de buena suerte, que simbolizan la longevidad y la protección. Por ello, las tortugas aparecen en multitud de templos y celebraciones en Japón y son frecuentemente un regalo de bodas. Y las grullas también, porque además de longevidad simbolizan fortaleza y resistencia.

Otro animal que popularmente trae buena suerte es el mono (llamado saru en japonés), ya que la palabra japonesa puede significar también «ahuyentar la mala suerte».

Es muy famosa la imagen de los tres monos sabios que representan tres maneras de vivir en este mundo: mizaru (no ver maldades), iwazaru (no decir maldades) y kikazaru (no oír maldades). Y es que la terminación del verbo en –zaru recuerda al término japonés para mono, saru. Estos tres monos sabios puedes verlos ya restaurados en el santuario Toshogu de Nikko.

¡Y muchos más amuletos regionales!

Existen muchísimos más amuletos, especialmente amuletos locales o regionales como el akabeko de Fukushima o el sarubobo en la región de Hida (donde se encuentra Takayama), por ejemplo.

Cuando viajes, fíjate bien, porque seguro que encontrarás algún amuleto específico de la región en la que te encuentres.

Devolución de amuletos en Año Nuevo

Con la entrada del Año Nuevo y la tradición de la primera vista al templo y santuario (llamada hatsumōde), los japoneses compran muchísimos amuletos nuevos. Lo tradicional es devolver al santuario los amuletos y decoraciones comprados durante el año anterior. Es una forma más de «empezar» el año con nuevas adquisiciones, suerte renovada. Y por qué no decirlo, la forma de que los santuarios y templos sigan financiándose.

En la entrada de los santuarios es común encontrar lugares específicos para devolver los amuletos adquiridos durante el año anterior y que ya no vas a utilizar en el año que entra. Es divertido ver como en muchos santuarios tienen que dejar claro que no aceptan ositos de peluche o muñecas. O especialmente, que no aceptan muñecos daruma, ya que los daruma son muñecos budistas, no sintoístas y se devuelven en templos.

De este modo, los amuletos del año pasado son quemados por los sacerdotes sintoístas en una ceremonia respetuosa con los dioses. Entre los amuletos más típicos que tienes que renovar año tras año están los omamori (tanto los de tela como los de madera) y las flechas hamaya.

Sin embargo, si has comprado amuletos como recuerdo, no tienes que preocuparte por esto. Puedes quedarte con los amuletos todo el tiempo que quieras.

Si vas a viajar a Japón durante el periodo navideño, te interesará leer nuestro post Japón en Navidad, fin de año y Año Nuevo. En él te damos muchas ideas sobre cómo celebrar la Navidad y el fin de Año tanto en Tokio y Kioto como en el resto del país.

Lee nuestro post sobre Navidad y Año Nuevo

Como has podido ver, Japón es un país lleno de amuletos y artículos para obtener buena suerte. De hecho, existen muchísimos más, ya que aquí tan sólo hemos hecho una breve introducción. Pero todos ellos nos ofrecen pequeños detalles de la cultura japonesa y te acercan un poco más a Japón.

Entrada publicada originalmente el 12 de febrero de 2006. Última actualización: 18 de enero de 2021