Por Lauren Valenti
En los últimos años se ha producido un cambio radical hacia un contouring más natural. Para comprobarlo, basta con fijarse en la evolución del mismísimo rey del contouring, el maquillador Mario Dedivanovic. Pese a ser un pionero de esta técnica de escultura transformadora, catapultada a lo más alto del mundo de la belleza por las Kardashian en la década de 2010, el enfoque 2.0 que adopta últimamente es claramente más ligero, es decir, más suave. De ahí el término ‘soft sculpting’.
"La tendencia del contouring empezó a cambiar cuando la gente empezó a darse cuenta de que el maquillaje de las redes sociales no es igual que el maquillaje de todos los días", explica Dedivanovic, que acaba de lanzar su nueva colección Soft Sculpt, compuesta de los tres esenciales de cualquier contouring’: stick, colorete e iluminador. "Ahora ya todo el mundo sabe hacerse un contouring y se ha vuelto parte de la rutina de belleza diaria, la gente se está dando cuenta de que se puede lograr un look esculpido con mucho menos maquillaje".
La maquiladora de Los Ángeles Mai Quynh cree que no solo hemos perfeccionado en general nuestras habilidades para esculpir, sino que nos impulsa la nueva creciente y obsesión por el cuidado de la piel. "La gente aprecia más su propia piel y la cuida mejor para no tener que depender solo del maquillaje", dice Quynh, y subraya la belleza añadida de construir sobre una base brillante, jugosa y saludable. "Queremos parecer más naturales y menos exageradas", añade Dedivanovic. "Estamos viendo en las redes sociales que las generaciones más jóvenes siguen este enfoque y es muy refrescante. Me encanta".
Aunque se suele pensar para hacer un contouring hay que aplicar el maquillaje directamente en los huecos de las mejillas, Dedivanovic advierte que este gesto puede dar lugar a un efecto más pesado y de aspecto poco natural. En su lugar, aplica el stick de contouring o el bronceador un poco por encima del hueco. "Difumina hacia arriba para liftar sutilmente la piel y añadir calidez", explica Dedivanovic. "Con esto se crea un esculpido más natural". La otra regla de oro del profesional es empezar aplicando muy poco producto e ir aumentando la cantidad según se necesite, con especial cuidado durante el día. "Para conseguir un aspecto más suave y natural, hay que ser consciente de cómo se va a ver el maquillaje a la luz del día", subraya Dedivanovic. "Esculpir la mandíbula o la nariz puede endurecer mucho cuando se está al aire libre". La maquilladora Naoko Scintu sigue un enfoque similar que da prioridad a lo que resulte más favorecedor en la vida real. "La gente quiere verse guapa con luz natural y no solo en un entorno con la iluminación controlada", dice Scintu.
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Aunque es difícil superar la comodidad que te aporta un stick de contouring, tanto Scintu como Quynh defienden el acabado de efecto ‘segunda piel’ que se logra jugando con una base de maquillaje de medio tono o un tono más oscuro que el tono natural de la piel, con ayuda de una brocha o un Beautyblender. "Me encanta esculpir la frente, los pómulos, la nariz y la mandíbula con un tono más oscuro de Armani Beauty Luminous Silk Foundation", explica Quynh. "Creo que usando un color de base más oscuro se imita muy bien la piel real y parece más natural".
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"El colorete hace que la piel parezca más sana y natural", explica Dedivanovic, que siempre completa la ecuación beauty con un toque de colorete.Para aplicarlo correctamente, el experto sugiere sonreír ligeramente y aplicar el colorete en la parte más alta de los carrillos. "Para elevar más el rostro, no lo apliques muy abajo”, advierte, y añade que le encanta aplicar una capa muy sutil en la nariz, la frente y la barbilla para conseguir un efecto más actual. En cuanto al color y la textura, para conseguir un "rostro fresco y luminoso", Scintu opta por fórmulas líquidas o en crema. "Imitan bien el aspecto natural de la piel, así que aplica el producto muy ligeramente y solo en la zona T para que la piel conserve su jugosidad”, explica.
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Para Dedivanovic, el iluminador nunca debe resultar demasiado obvio, con textura o pesado. "El propósito del iluminador es dar a la piel un brillo natural e iluminarla, no que se note una franja a lo largo de los pómulos", explica. "Siempre le pido a mis clientas que sonrían cuando les aplico el iluminador para asegurarme de no aplicarlo sobre las arruguitas del contorno del ojo”.Otra estrategia infalible es optar por un iluminador líquido o en crema. "Para mí, los iluminadores líquidos son los que quedan más naturales porque se funden con la piel", dice Quynh. "Los iluminadores en polvo tienden a apelmazarse sobre la piel y suelen quedar demasiado brillantes, sobre todo en las fotos. Pueden quedar como si tuvieras brillos o piel grasa en lugar de un aspecto radiante y jugoso”. Para añadir la cantidad justa de "brillo", ella confía en el iluminador Neo Nude A-Highlight de Armani Beauty y lo aplica en el hueso de la ceja, la esquina interior del ojo, el pómulo, el puente de la nariz y el arco de Cupido.
"No hay una única manera de esculpir y realzar el cutis que le sirva a todo el mundo y dependerá siempre del momento y del lugar”, dice Dedivanovic. "Es cuestión de encontrar lo que más le favorece a tu rostro y, lo más importante, saber diferenciar el maquillaje de las redes sociales del de la vida real".
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Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk
Por Cristina Díaz
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