Beneficios del deporte en pacientes con cáncer de mama

Existe una gran relación entre la práctica de actividad física y la capacidad de mantener una buena función cognitiva en las pacientes con cáncer de mama tratadas con quimioterapia, según ha descubierto una nueva investigación que ha sido llevada a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, y que se ha publicado en la revista Journal of Clinical Oncology.

Los autores aseguran que este estudio, en el que han colaborado el Centro Médico de la Universidad de Rochester de Nueva York y el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), allana el terreno para llevar a cabo futuros ensayos clínicos con tal de investigar si el ejercicio moderado o intenso puede evitar el "quimiocerebro", que es un deterioro de la función cognitiva que experimentan muchas pacientes con cáncer de mama.

Según explica Elizabeth A. Salerno, profesora de cirugía en la División de Ciencias de la Salud Pública de la Universidad de Washington y primera autora de la investigación, el deterioro cognitivo y su relación con el tratamiento contra el cáncer es una preocupación que cada vez alerta más a los profesionales.

La misma experta señala que “algunos pacientes con cáncer experimentan lapsos de memoria, dificultad para concentrarse o problemas para encontrar la palabra adecuada para terminar una frase”, por lo que, una vez descubiertos los efectos perjudiciales que tiene la quimioterapia en la función cognitiva de las personas, su objetivo fue llegar a entender las relaciones dinámicas entre la actividad física y la cognición antes, durante y después de la quimioterapia.

De este modo, con este estudio, los expertos querían lograr que, en un futuro cercano, se puedan descubrir estrategias de prevención tempranas y rentables para promover la salud de pacientes con cáncer de mama.

Beneficios del deporte en pacientes con cáncer de mama

Finalmente, los resultados de la investigación aseguran que mantener unos “niveles más altos de actividad física puede ser realmente importante para proteger la cognición en pacientes con cáncer de mama sometidos a quimioterapia", explica Salerno.

¿Son reales los beneficios del ejercicio físico?

Este estudio observacional no puede demostrar que la actividad física proteja definitivamente contra el deterioro cognitivo que está relacionado con la quimioterapia. Pese a ello, la investigación puede preparar el terreno para los ensayos clínicos que investigan si las intervenciones de actividad física antes y durante la quimioterapia pueden efectivamente evitar el deterioro cognitivo relacionado con el tratamiento.

Para llevar a cabo la investigación, los expertos analizaron los datos de 580 pacientes con cáncer de mama y 363 participantes sin cáncer. Durante el estudio, los científicos midieron la actividad física de los pacientes con un cuestionario realizado antes, inmediatamente después y seis meses después de la quimioterapia. Además, en estos tres momentos, los investigadores también evaluaron cuatro medidas diferentes de la función cognitiva.

Cuando comenzaron el estudio, alrededor de un 33% de los pacientes con cáncer cumplían las directrices de actividad física establecidas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, que recomiendan, al menos, practicar 150 minutos de actividad física moderada a la semana.

Más adelante, durante la quimioterapia, el porcentaje de pacientes que cumplían las directrices descendió al 21% y seis meses después de terminar el tratamiento repuntó hasta el 37%.

Por otro lado, la proporción de participantes que no padecían cáncer y que cumplían el mínimo semanal de 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa rondaba el 40% en los tres momentos del estudio.

La actividad física es buena para prevenir el deterioro cognitivo

Los investigadores destacan que, en las pruebas de memoria y atención, las pacientes con cáncer físicamente activas habían tenido un rendimiento similar al de las participantes sin cáncer. Pese a ello, las pacientes físicamente activas seguían percibiendo un deterioro significativo de la cognición, especialmente durante el periodo en el que recibían quimioterapia.

Sin embargo, el deterioro cognitivo percibido no fue tan grande como el que se registró en las pacientes inactivas.

Además, los investigadores especulan que las medidas de cognición autodeclaradas pudieron captar otros problemas comunes asociados a la quimioterapia, como son la ansiedad, la fatiga o la depresión.

"Los pacientes que cumplían sistemáticamente las pautas de actividad física durante la quimioterapia no sólo tenían una mejor recuperación cognitiva tras la finalización de la quimioterapia, sino que tampoco mostraban un deterioro cognitivo percibido clínicamente significativo, lo que significa que no informaban de un gran cambio cognitivo percibido", señala Michelle C. Janelsins, profesora del Centro Médico de la Universidad de Rochester y del Instituto Oncológico Wilmot y autora principal del estudio.

Esta experta recalca que, según la evaluación de este estudio, “las pacientes que cumplían las pautas de actividad física antes de la quimioterapia tenían mejores puntuaciones de función cognitiva después de la quimioterapia y parecían cognitivamente similares a las personas que no tenían cáncer”.

De este modo, los hallazgos de esta investigación son claves para destacar la importancia que existe en promover la actividad física tan pronto como sea posible a lo largo del cuidado continuo del cáncer.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
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